jueves, diciembre 30, 2010

Misericordia


¿Qué Dios como tú, que perdona la maldad, y olvida el pecado del remanente de su heredad? No retuvo para siempre su enojo, porque se deleita en misericordia. Él volverá a tener misericordia de nosotros; sepultará nuestras iniquidades, y echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados. 
Miqueas 7.18-19




No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades, ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados. Porque como la altura de los cielos sobre la tierra, engrandeció su misericordia sobre los que le temen. Cuando está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones. 
Salmo 103. 10-12



En aquellos días y en aquel tiempo , dice Jehová, la maldad de Israel será buscada, y no aparecerá, y los pecados de Judá, y no se hallarán; porque perdonaré a los que yo hubiere dejado. 
Jeremías 50.20

viernes, diciembre 17, 2010

Peregrinaje de fin de año

Comúnmente escuchamos que estas fechas decembrinas inspiran tiempos de reconciliación, reencuentros, perdón, alegría... Y no lo había vivido de forma significativa hasta este año.

Resulta que viajaré a Celaya, en busca de mi familia paterna. Y digo que será una búsqueda porque hace dos años que no les veo, no les llamo, no tengo contacto con ellos... Tendré que volver a conocerles, y tal vez ellos a mí también. 

¿Qué es lo que busco, qué es lo que quiero en este viaje? Creo que sólo escuchar y estar con ellos. Anhelo poder sentarnos a la mesa para compartir el pan, platicar sobre qué ha pasado en este tiempo. Servirles, aunque no sé cómo exactamente. 

Me alegra la idea del viaje, desde subirme al camión hasta llegar a abrazarles. ¡Inclusive hemos acordado mi tía y yo que hornearemos juntas! Sé que es el Señor de paz quien ha dispuesto todo para este momento.

¡Que en esto sea Jesús el protagonista! Explícita o implícitamente, jeje.

lunes, diciembre 06, 2010

Reconciliación

Y todo esto proviene de Dios, quien nos
reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio
el ministerio de la reconciliación;
que Dios estaba en Cristo reconciliando
consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a
los hombres sus pecados, y nos encargó a
nosotros la palabra de la reconciliación.

 2a. Corintios 5:18-19

domingo, diciembre 05, 2010

Siento que te pierdo

Siento que te pierdo...pero no es que te alejes; 
es algo que me hunde, es algo que me pierde. 

Tu voz ya no es susurro, ni nublado silencio. 
Tu amor ya no es perfume, ni sueño, ni misterio. 

Tus manos no me empujan, ni tu voz me detiene. 
Ni tus ojos me apagán, ni tus labios me encienden. 

Siento que no siento lo que yo sentía antes. 
No hay odio que me aplaste, ni amor que me levante, 
(un algo se enroscaba de sueños en tu lengua 
y un algo se pringaba de nubes en mi senda.) 

Tus manos ya no cantan la música de cera, 
ni duermen los temblores que en mi carne se pegan. 

Tu carne ya no tiembla en la danza del beso, 
ni mi carne se enrosca al dormir en tu seno.

(Me hundía yo en tu vientre, y la luna lloraba; 

partíame en tu lengua, y la noche gritaba). 

El crepúsculo muere en tu pelo sin gritos 
y mis ojos se cierran en los sueños dormidos.

Una noche. Un ciprés. Una tumba sin cruz. 
Unos hombres que tiemblan 
(humedad que resbala angustiosa de azúl). 

¿Se apagaron las flores? ¿Se escondieron las luces?... 
¿Se quebraron las hojas de las tardes azules?... 
¿Solo tienes vestidos para días de fiesta? ... 
yo prosigo lo mismo, con la ropa ya vieja.

Una nube de polvo se paró en el camino.

Un silencio se estanca; y yo sigo dormido. 
 
¿No te llama la noche a seguir caminando? 
Yo me alejo...me alejo...¡pero no vas conmigo!... 

Jaime Sabines.

jueves, diciembre 02, 2010

Sueños e incertidumbres

Me encuentro sentada enfrente de la computadora, intentando preparar la introducción de la presentación de resultados de la práctica. Me toca hablar del balance social cooperativo: para qué sirve, cuál fue nuestra metodología, cómo sacamos las dimensiones y los indicadores... Siento una gran responsabilidad, pues debo explicarlo de tal forma que el trabajo se tome como profesional y serio. No hicimos nada por casualidad, se supone que tuvo un orden y un sentido.

Y sí, estoy escribiendo en el blog sobre lo que debo de hacer ahora, pero tengo la mente de todos lados menos en eso. 

Desde hace algunas semanas mi mente divaga en muchas cosas. Muchas. Aunque varios factores los he experimentado antes, no recuerdo haber pasado por algo similar. Justo ahora se juntan, se mezclan y se me presentan enfrente, y yo me quedo sin saber qué hacer o qué responder.

La incertidumbre. Esa extraña sensación de no saber lo que sucederá en el futuro. ¿La había tenido antes? Sí, estoy segura que sí, pero no como ahora. 

En mi adolescencia la incertidumbre tenía que ver con los chicos... y qué sorpresa descubrir que sigue existiendo, aunque con otra perspectiva, por supuesto. Hace cinco años no sabía qué haría al terminar la licenciatura... otra sorpresa: aunque he definido varios aspectos, sigo sin saber. Hace mucho tuve ilusiones y sueños, pero no siempre pude dar el primer paso... bueno, creo que se entiende que no ha cambiado mucho la cosa.

Y por momentos me da risa todo esto. Me divierte descubrirme igual que aquella pequeñita que se acercó a la Cruz, al Jesús de las Escrituras con curiosidad y emoción. Con los mismos miedos e incertidumbres... Pero con Fe y Esperanza.

Pienso en el montón de metas, de anhelos, de sueños, de proyectos... cantidad inmensa! Con todo eso podría hacer una montaña que me aplastara en un instante. Desde siempre, desde niña, soñando con ayudar a otros, con entregarse totalmente a las causas justas, con salvar a los animalitos de la calle, con dar asilo a los abandonados, con denunciar lo que está mal... con huir y correr tras el viento, siguiendo mis impulsos...

Pero no. Al final, la duda, el temor... ¿cómo podré hacer eso? ¿cómo lo diré? Tal vez no tengo la capacidad, tal vez me falta algo, tal vez... tal vez... Y ahí quedó todo, en un sueño, una idea que nunca vio la luz. Y me desespero. Me enojo conmigo misma, me molesto. ¿Cómo puede ser posible que sigas igual? Ya deja de soñar -a veces me digo- tal vez nunca lo hagas. ¡Qué dura llego a ser!

¡Pero no me quiero quedar quieta! ¡Y no quiero seguir sólo mis impulsos! Un par de veces lo he hecho y todo salió para llorar... Por eso es que me he mantenido aquí, frente a la Cruz, observando absorta a un Dios que lo dio todo, que tomó la iniciativa y me amó primero. Me he mantenido aquí dado que quiero entender porque soy como soy, para qué quiere que yo siga soñando... Quiero entender cómo puedo servirle con lo poco que tengo.

¿De qué le puede servir al Dios Creador todos mis sueños? O tal vez la pregunta deba ser: ¿de qué me sirven a mí los sueños de un Dios Creador?

Y esto no es fácil. Pero tampoco quiero que me sermoneen, ni que broten clichés huecos, vacíos. He dicho que me he mantenido, y ha sido porque Dios me ha permitido conocerle, y sé que Él está junto a mí en este proceso, en esta crisis, en esta oscuridad... en este invierno. Pero no deja de ser difícil.

Y mi oración no es que me saque del hoyo. No. Mi oración es que me enseñe cómo seguir creyendo en medio de la prueba, cómo seguir anhelando la luz en medio de la oscuridad; cómo continuar buscándole a pesar de que mi voluntad me diga lo contrario. Qué curioso que mi terquedad salga a relucir justo ahora, porque no quiero quitarme de aquí: quiero aprender lo que quiere enseñarme, no huir de esto que no me gusta.

En fin... seguiré con la presentación de la práctica.

martes, noviembre 30, 2010

El fin

¡Alabado sea el Señor
y bendito Su nombre!

Quito conflicto delante de mi,
dio paz a mi corazón;
me libró de la angustia,
me amó hasta la muerte.

¡Alabado seas, Señor mío!
Por cuanto me permites
amar de nuevo.

domingo, noviembre 28, 2010

Que toda rodilla se doble y toda lengua confiese

En la prueba, Jesús es el Señor.

En la soledad, Jesús es el Señor.

En la confusión, Jesús es el Señor.

En la incertidumbre, Jesús es el Señor.

En la persecución, Jesús es el Señor.

En el dolor, Jesús es el Señor.

En la inseguridad, Jesús es el Señor.

En la tristeza, Jesús es el Señor.

En la oscuridad, Jesús es el Señor.

En el cansancio, Jesús es el Señor.

En la angustia, Jesús es el Señor.

En la corrupción, Jesús es el Señor.

En la injusticia, Jesús es el Señor.

En la muerte, Jesús es el Señor.

En la vida, Jesús es el Señor.

sábado, noviembre 27, 2010

Otra más de las favoritas


 Vals "Carmen"

Es la ocasión
que yo buscaba
con ilusión,
para ofrecer
mis ensueños
cantándole a usted.
Temblando estoy
por el miedo
de aquello que espero
y sabe Dios
si se apiaden aqui de mí.
Tened piedad,
perdóneme usted
yo no sé rimar,
pero éste vals
lo doy con devoción.
Yo quisiera
poner ante usted
los luceros
y ser trovador,
mas comprendo
que nunca podré
alumbrar con luceros
éste sol.
Oh sol de amor,
que ilumina con claro fulgor
la senda gris
de un artista que vive el dolor.
En éste vals
las palabras en vano pretenden
decir aqui
el cantar de mi corazón.

lunes, noviembre 22, 2010

¡Cómo un pequeño gorrión!


Ícaro.

Ícaro, como un pequeño dios
desafiando al sol
y ahora yo soy un pequeño gorrión
y quiero el nido abandonar
Y aunque a veces me asuste volar,
lejos del cobijo de un hogar,
sé que habrá un viento cálido más
para dejarme llevar.

Ícaro, como un pequeño dios
desafiando a todo un sol.
Se marchó, tan alto como un vendaval
tan lejos como una canción.
Mas envidioso el sol le abrazó
derritiendo en cera su valor,
y aunque le fue advertida la lección,
Ícaro se derrumbó, se derrumbó
se derrumbó, se derrumbó.

Volaré bajito a ras de suelo,
como pluma el viento me llevará (coros)
sin perder de vista el horizonte
como pluma el viento me llevará (coros)

Y ahora yo soy un pequeño gorrión
que quiere el nido abandonar,
siento que no puedo estar ya más aquí,
llegó la hora de partir.
Mas aunque al este no nazca el sol,
y las aves de invierno emigren al sur,
sé que habrá un viento cálido más
para dejarme llevar, para dejarme llevar
dejarme llevar, para dejarme llevar.

miércoles, noviembre 17, 2010

Peregrinos

... otro peregrino ha llegado a casa.

Mientras, nos toca seguir trabajando, no olvidando que nos veremos de nuevo en la Eternidad.

¡Por fin le estás conociendo cara a cara! =)

martes, noviembre 16, 2010

A veces... siempre

A veces quisiera decir que te quiero.
A veces quisiera gritar que soy libre de ti, libre de cualquier cosa.
A veces quisiera correr sin rumbo, como huyendo.

Y a veces me detengo en mi mente, descubro que soy otra.

Te busco, a veces, en el viento suave otoñal.
Te miro en el cielo azul -y es increíble que sea de ese color-
Pero siempre te siento. Tu presencia siempre se hace notar.

Otras veces me encierro en mí misma, ermitaña como a veces soy.
No quiero hablar, no quiero ver nada, no quiero decir nada...
No tengo ganas de ti.

Pero siempre ahí estás,
dispuesto para cuando salga de mi atormentada soledad,
enterado de mi sufrir, con un consuelo incomprensible.

Me encuentras, me susurras, me invitas a la mesa.
Tomas cada uno de mis harapos -sucios de fango, viejos, rotos-
los quitas, los tiras.
Cubres mi desnudez con ropas blancas.

Y yo, tímida como soy, temblando y temerosa...
no me atrevo a mirarte, me avergüenzo, no comprendo lo que haces.

Y aunque a veces yo corro sin rumbo, buscando mi propio destino,
tú siempre me encuentras, y me levantas del tropezadero.

Y es la misma historia de amor...
La misma que permanece gracias a ti, y que no depende de mi.

Esta misma historia de amor, que anhelo no termine.

lunes, noviembre 08, 2010

Post-campa, pero sin campa

Es curioso observar que estoy en un proceso de asimilación similar al de un campa. Si bien no hubo ninguno, sí recibimos en casa a un compa. Y esa visita dejó más aprendizajes y desafíos de los que me imaginé.

Anteriormente adelanté algo de ello: las benditas preguntas difíciles. El ejercicio de escuchar al otro, reflexionar sobre lo que decía, hacer propias sus dudas y permitir que las mismas confrontaran mis esquemas mentales fue desafiante, a  veces difícil -se requiere paciencia-, pero muy enriquecedor. Finalmente, es a esos estudiantes a los que también servimos y debemos acompañar; así como en la guerra, es injusto dejar morir al herido, es irresponsable abandonarlo cuando más necesita recibir atención de urgencia. Creo que por ello no podré aceptar en ningún caso la respuesta "aún le falta madurar", porque yo preguntaría "¿y qué estamos haciendo para ayudarle?".

¿Cómo viviría mi fe en una prueba de vida o muerte? Desde hace semanas he reflexionado sobre la muerte, ¿le tengo miedo? Pero esta semana brincó la pregunta ¿seguirías creyendo estando en peligro extremo? ¿qué pasaría si estuvieras en una prueba en la que sintieras que ya no puedes más? ¿seguirías buscando el rostro de Dios? ¿lo verías en medio de esa oscuridad aplastante? ¡Es tan fácil decir que creemos en Dios cuando nada nos hace falta! Algo maravilloso fue observar que el Señor obra en medio de esas adversidades, actuando en la vida de otros para que sigan avanzando paso a paso, aferrándose a la Cruz, a la Esperanza.

Por si fuera poco, el Señor en su misericordia me mostró una parte de mi corazón que creí ya no tenía problema... ¡oh, sorpresa! Me sentí avergonzada de observarme a mí misma representando un viejo papel que debí abandonar hace mucho tiempo. Después de postrarme, llorar a Sus pies y confesar mi pecado, el amoroso Padre me confortó y me recordó quién soy, me siguió enseñando... no me abandonó.

Agregaría, además, que voy comprendiendo que a veces es necesario hacer que  algunas cosas y circunstancias tengan poca importancia y no permitir que nos afecten (o coloquialmente decir: ¡me vale!). Y no puedo dejar de lado los aprendizajes en la cocina, definitivamente debo meterme más, porque algún día ocuparé hacer mi propia comida (jeje).

Tuve que sacrificar mi agenda y esa tendencia-obsesión por tener un plan previsto y calculado; un recordatorio de que Dios es dueño de mi tiempo, y es mejor preguntarle cómo debo administrarlo. Ceder espacios que consideré "míos de mí" para compartirlos también fue divertido y satisfactorio; de nada sirve tener algo si no se puede compartir.

Sólo puedo agradecer al Dios Creador por crear amistades bellas y genuinas, pues son relaciones con espacios para seguir  desarrollando habilidades y dones, para continuar aprendiendo y creciendo en la fe, para caminar de regreso a casa.

jueves, noviembre 04, 2010

Recordatorios

Mi memoria me engaña y me juega malas bromas. Estoy segura que lo hace día a día, cada cinco minutos, ¿qué te iba a decir? ¿te platiqué de esto o de aquello? ¿dónde dejé mis llaves? ¿dónde está esa senda que estaba caminando? ¿por qué no veo claro el camino?

Pero en medio de la confusión, de las dudas, el buen Dios me recuerda lo que hice la semana pasada, lo que oré en la mañana... El pacto que hice en el verano.

Y bueno, ahora veo claro. Gracias a Dios.

lunes, noviembre 01, 2010

Yo pregunté... Él respondió

Sobre toda cosa guardada,
guarda tu corazón;
porque de él mana la vida.
 Aparta de ti la perversidad de la boca,
y aleja de ti la iniquidad de los labios.
 Tus ojos miren lo recto,
y diríjanse tus párpados hacia lo que tienes delante.
Examina la senda de tus pies,
y todos tus caminos sean rectos.
No te desvíes a la derecha
ni a la izquierda;
aparta tu pie del mal.

Proverbios 4:23-27.

domingo, octubre 31, 2010

Si él cuida de las aves...

Hoy entonamos este himno. Hermosa respuesta a mis oraciones...

¿Cómo podré estar triste?
¿Cómo entre sombras ir?
¿Cómo sentirme solo
y en el dolor vivir?
Si Cristo es mi consuelo,
mi amigo siempre fiel,
si aún las aves tienen
seguro asilo en él,
si aún las aves tienen
seguro asilo en él.


¡Feliz, cantando alegre,
yo vivo siempre aquí;
si él cuida de las aves,
cuidará también de mí!


"Nunca te desalientes", 
oigo al Señor decir,
y en su palabra fiado,
hago al dolor huir.
A Cristo, paso a paso,
yo sigo sin cesar,
y todas sus bondades
me da sin limitar,
y todas sus bondades
me da sin limitar.


¡Feliz, cantando alegre,
yo vivo siempre aquí;
si él cuida de las aves,
cuidará también de mí!


Siempre que soy tentado
o que en la sombra estoy,
más cerca de él camino
y protegido voy;
si en mí la fe desmaya
y caigo en la ansiedad,
tan sólo él me levanta,
me da seguridad;
tan sólo el me levanta,
me da seguridad.

sábado, octubre 30, 2010

Por esa bendita gracia...

... es que he podido hacerme tantas preguntas esta semana. No había agradecido tanto que llegara un fin de semana -y además, uno largo-. Ahora sí sentí una necesidad bárbara de descansar, de buscarle, de encontrarme de nuevo con Él.

Tantas preguntas... y casi todas son de esas personales, de esas que duelen pero sabes que tienes que hacerlas. Esas benditas preguntas que te hacen estremecer, hasta que casi lloras. Y la necesidad -o la necedad de querer- hacer algo. ¡Qué frustrante es no saber qué hacer!

Y contra mi propio viento y mi propia marea, rompo con mis planes y busco el espacio para estar con Él. No hay más, es necesario e inminente apartarme.

¿Es posible medir la fe? ¿Hay un cristianismo "estándar" que debemos cumplir? ¿Cómo le respondemos a un hermano en la fe que tiene dudas del tamaño del mundo? ¿Podemos dar el discurso pre-formado "No te preocupes, Dios sabe"? ¿Nos atrevemos a juzgarle por no tener la "misma fe" que nosotros? ¿Le damos la espalda porque no vemos esas expresiones de fe "tradicionales y convencionales"? ¿Cómo le ayudamos a continuar buscando las pisadas de Jesús? ¿Acaso ya conocemos bien el camino? 

¿Cómo puedo vivir mi fe en contextos tan difíciles? ¿Qué acciones concretas me corresponden? ¿Cómo llevo el consuelo de Jesús a otros que la pasan peor que yo? ¿De qué forma he vivido yo ese consuelo?

¿Quién soy? ¿Qué identidad me ha dado mi Señor? ¿Cómo correspondo a esa identidad? ¿Cómo expreso esa identidad a los que me rodean? ¿Por ser hija de Dios gozo de más privilegios o, más bien, tengo un mayor compromiso?

¿Cuándo debo callar? ¿Cuándo debo hablar?

¿Qué propósito tiene la situación por la que estoy pasando? ¿Puede alejarme o acercarme más al Padre? ¿Cómo camino en medio de esta neblina?

¡Me aferro a la Gracia! A esa bendita gracia, por la cual he podido preguntarme estas cosas y otras más. La misma que tuvo su máxima expresión en un madero, ¡a esa Gracia me aferro!

Aun contra mi propia necedad y pese a la existencia de otras opciones "más divertidas e interesantes", me apartaré. Es inminente hacerlo.

martes, octubre 26, 2010

"Dígame, ¿cuáles son sus ingresos mensuales?"

La semana pasada fui contactada para realizar algunas visitas domiciliarias y aplicar estudios sociales. La finalidad es recabar datos para la asignación de becas por parte de una liga de beisbol. Podríamos decir que es mi primera experiencia "laboral", aunque sea algo eventual.

Confieso que por mucho tiempo dije que yo nunca haría estudios sociales o visitas domiciliarias... hablé muy pronto. Es una de las labores que realizamos los trabajadores sociales, y en verdad es importante hacerlo, pues nos permite conocer parte de la realidad de las familias que necesitan (o no) un apoyo económico para sus hijos. Comienzo a re-valorarlo, por varias razones.

De forma muy subjetiva puedo comprender que nuestro contexto socio-económico presenta "N" cantidad de situaciones, la mayoría de las veces adversas, que orillan a las personas a buscar un ingreso extra, cualquiera que éste sea. La necesidad los motiva a buscar y en cuanto se presenta una oportunidad lanzan la soga, tal vez "pesquen" algo.

Como aplicadora del estudio social, me sentí extraña. Yo sólo iba a preguntar sobre la estructura familiar, a recabar datos, a solicitar comprobantes de ingresos y egresos, a observar la vivienda "sutilmente". ¿Cómo puedo yo entrar a una casa, invadir un espacio privado y cuestionar sobre asuntos que no me competen? A veces las personas se sienten intimidadas, incluso intentan ocultar detalles que resulten "incómodos" o revelen que no están hablando con la verdad.

Hay dos líneas que se me presentaron para reflexionar: Primero, la meramente social. Dentro de estas familias hay desempleados (algunos de Luz y Fuerza del Centro), o jefes de familia que sobreviven con apenas el mínimo. La administración del ingreso familiar es algo que no se vislumbra claramente (¿acaso mejorando esto cambiaría la situación?); los hijos que han tenido que trabajar para pagar su universidad, o las tarjetas de crédito que tienen que cancelarse (¿por qué no tenemos educación en este aspecto?). Mirar dentro de las familias es echar un vistazo a lo que sucede en el país.

Segunda línea de reflexión: la ética. Ahora estoy escribiendo sobre lo que observé, intentando no declarar cosas de más, precisamente porque entré a un espacio privado, y el código mínimo de ética de la profesión exige confidencialidad. El manejo de la información de estas personas es algo serio, pero también no puedo falsear datos; una persona me preguntó si le convenía dar cierta información, sólo atiné a decir "la idea es ser lo más transparentes posibles". Si se llegase a alterar el resultado del estudio, se puede afectar a otra familia que puede necesitar más la ayuda; yo no determino la asignación de becas, pero "podría" influir hasta cierto punto, ¿lo permito o no lo permito? Y, claro, también está la situación de "juzgar", a la que no debo dar paso.

Por lo anterior, comienzo a re-valorar las visitas domiciliarias y los estudios sociales, al igual que mi posición como entrevistadora y como profesional. Trabajo con personas y eso es delicado. Cualquier tipo de decisión les afecta, ¿cómo se maneja este grado de responsabilidad y compromiso? ¿hasta dónde llega mi intervención?

Y bueno, muchas cosas más se quedan en el tintero.

domingo, octubre 24, 2010

Yo sé que te amaré...

Acaban de compartirme esta canción, y me gustó muchísimo...



Eu sei que vou te amar
Por toda a minha vida eu vou te amar
Em cada despedida eu vou te amar
Desesperadamente eu sei que vou te amar
E cada verso meu será pra te dizer
Que eu sei que vou te amar
por toda minha vida

Eu sei que vou chorar
A cada ausência tua eu vou chorar
Mas cada volta tua há de apagar
O que essa ausência tua me causou

Eu sei que vou sofrer
A eterna desventura de viver
À espera de viver ao lado teu
Por toda a minha vida
 
***
Yo sé que te amaré
Por toda mi vida te amaré
En cada despedida te amaré
Desesperadamente yo sé que te amaré.
Y cada verso mío será para decirte
Que yo sé que te amaré
Por toda mi vida.

Yo sé que lloraré
En cada ausencia tuya lloraré
Pero cada vuelta tuya ha de apagar
Lo que esa ausencia tuya me causó.

Yo sé que sufriré
La eterna desventura de vivir
A la espera de vivir a tu lado
Por toda mi vida.

miércoles, octubre 13, 2010

Mirando Su Gloria

"Si quieres ver la Gloria de Dios, mira a la persona que está a tu lado". Esta frase la dijo un estudiante en el último evento de Compa en la ciudad, hace una semana.

Y me surgió una pregunta que me ha dado vueltas: ¿cuántas veces has puesto atención en las personas, como para observar la Gloria de Dios?

Es muy duro reconocer que no lo hacía. Sabía que tenía que amar al prójimo, pero eso de mirar el rostro de Jesús en el prójimo lo había dejado botado en algún rincón.

Ahora, estoy aprendiendo a mirar Su Gloria en las personas que me rodean, lo que también implica permitir que Su Espíritu obre en mí; abandonar mis estereotipos, mis prejuicios, mi idea de lo que está bien... es algo difícil y complejo.

Será todo un Proceso (sí, con mayúscula). Pero confío en que Él irá moldeando este pedazo de barro, y será bueno.

viernes, octubre 08, 2010

Y sí... estoy enamorada


Sí, no dejo de suspirar.
Sí, estoy distraída.
Sí, sonrío inocentemente.
Sí, me sonrojo.
Sí, no dejo de pensar en la persona amada.

Concluyo, entonces, que estoy enamorada.

Antes llegué a pensarlo, y a veces lo decía.
Pero ahora, justo hoy, descubrí que, de hecho, lo estoy.
No sólo de palabra, o de pensamiento... de hecho estoy enamorada.

Es en esta temporada otoñal, cuando siento que ando volando bajo, cuando parece que me muevo por inercia, cuando las mariposas en la panza empezaban a dormirse... que Él me cautiva de nuevo.

¡Y no puedo evitar rendirme! Tanto me conoce, que sabe perfectamente por dónde llegar, por dónde abordarme... sabe la estrategia para conquistar mi corazón de nuevo.

Y me maravilla su método: con pausa, pero sin prisa. Muy diferente al que usa para señalarme los errores, y muy diferente a lo que yo esperaría o quisiera, ¡todo lo contrario! Con suaves llamados, pequeños detalles... ¡los pequeños detalles!

Bueno... estoy en otoño, pero Él se está encargando de que sea especial. Yo sólo puedo dejar que me sorprenda, que me enseñe, que me cautive...

domingo, octubre 03, 2010

Los participantes de mi cambio

- Es mi impresión, ¿o el sermón estuvo duro y tupido?
- Para mí, estuvo normal...
- Ah... entonces, ¡es algo personal con Dios!

Conclusiones del mensaje de hoy.


El día de hoy, mi pastor dio un mensaje basado en Filipenses. El versículo clave era: 
"... ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor, porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad" (v. 12-13)
La salvación tiene dos actores: Dios y nosotros. La idea "ocupaos en vuestra salvación", no quiere decir que por obras la alcanzamos, sino que nos toca trabajar en las implicaciones de la salvación, de los cambios que de ella se derivan. Y Dios es quién nos da esa salvación, él es quien obra.

Bueno, yo estaba muy tranquila. Pero cada punto que se tocaba en el mensaje, me hizo pensar en la entrada anterior sobre el otoño que me estaba preocupando. Pienso que yo tomé una postura incorrecta. A continuación los puntos principales:

* Dios usa tres herramientas para cambiarnos:

1. Él usa la Biblia. (¡Y a veces nos agarra a bibliazos!). Por eso es importante leerla, estudiarla, memorizarla, meditar en ella. Dios nos habla a través de Su Palabra.

2. El Espíritu Santo. Es nuestro energizador para actuar. Él nos da ese "empujoncito", siempre y cuando esté dentro de la Voluntad del Padre.

3. Las circunstancias. Entiéndase: problemas, dificultades, presiones, estrés... Las situaciones más complicadas resultan ser las que más no ayudan a creer. Por ejemplo, quieres aprender a amar, entonces Dios te pondrá con personas que no sean tan agradables para ti.

[En este primer bloque, cayeron algunas piedras... Y aún faltaba más]

*Nuestra parte en nuestro cambio, consiste en tres decisiones importantes:

1. Yo puedo elegir lo que pienso. En Efesios leemos: "renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad" (v. 23,24). Me acordé de John Stott, en "Jesús es el Señor" [1], cuando menciona que nuestra mente debe estar sometida al Señorío de Cristo. Entonces, hay que cambiar ideas para cambiar emociones y acciones; quitar el piloto automático. 

"No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable perfecta" Romanos 12:2

Así que, hace falta transformar la mente, para poder transformar muchas otras cosas. Si no quiero tener un otoño deprimente, debo hacer a un lado esa idea, y pensar en la Palabra. Pensar la Palabra (esta idea está en Josué 1:8).

2. Yo puedo elegir depender en todo momento del Espíritu Santo. Nada puedo hacer alejada de Él. Como los pámpanos de Juan 15. Entonces, me toca orar por cada área de mi vida, porque dependo de Él; me toca ponerlo todo en Sus manos, porque dependo de Él. Y me toca dejar que el Espíritu me guíe, aun en contra de lo que yo podría pensar que "es lo mejor". Dejar que Él haga.

3. Yo puedo elegir mi respuesta a las circunstancias. Hay de dos: o me amargo ante lo difícil, o respondo con gozo. En más de una ocasión se dice que las pruebas producen paciencia, y esto deriva en una fe preciosa para Dios... entonces, debería de gozarme porque mi carácter está sometido a un proceso de moldeado. Nada de lo que pasa en mi vida, sucede sin la autorización de Dios (recordemos a Job). 

¡Nombre! Sentí clarito que las ideas, las expresiones, las exhortaciones de mi pastor ya eran personales. Y la cereza del pastel:
Dios está más interesado en tu carácter, que en tu comodidad.

Adentro de mí parecía que alguien decía "¿alguna otra cosa, Ada?". ¡Vaya respuesta!

Después, la clase de dominical. Otro tiempo para refrescar la memoria y el espíritu. Fue como si me levantara del polvo (después de una caída en la carrera), sacudiera la tierra, me diera unas buenas palmadas en la espalda y ¡orale, sígale!

No hay pretexto. No hay razón para dejar que se me amargue el otoño, no hay causa alguna para decaer... Dios hace su parte, siempre de los siempres, porque Él es Fiel. Por tanto, debo hacer la mía, confiando en esa Fidelidad. 

Que sea por Él y para Él.

[1] Stott, John. Jesús es el Señor. Llamado a un discipulado radical. Perú, Ediciones Puma, 2002.

sábado, octubre 02, 2010

Otoño


Ya llegó el otoño. Es como mi estación favorita del año, no hace tanto calor y tampoco enfría mucho (con excepción de algunos días). Puedo ir abrigada con algo no tan estorboso como cuando es invierno -¡puedo usar mis bufandas favoritas!-, lo que me permite estar cómoda. Es una época en que se me antoja más salir con mis buenos amigos a caminar, tomar algo caliente y platicar de cualquier cosa.
Es divertido pisar los montones de hojas secas y escuchar como crujen, y es encantador descubrir hojas "especiales", por su forma, su color o textura.


Pero algo me está pasando en estos días: parece que tengo síntomas de otoño en mi corazón. Y ese otoño, no me gusta. Y no quiero dejar que esto me agobie, pero ¡híjole, cómo cuesta mantenerse! Pareciera que no puedo tener ese tiempo con Él, aunque lo quiero... es extraño. Esa sensación de querer hacer las cosas y cumplir los compromisos, pero no tener el impulso para realizarlos, es desesperante y frustrante a veces.


Y por eso lo escribo. Porque necesito apoyo de mis buenos amigos y compañeros. He aprendido que esto no se camina solo, y mucho menos con una loza encima. Así que solicito sus oraciones. Sé que ahora es un tiempo para estar en silencio y escucharle, pero no quiero que mi "yo" me presione y aplaste con ese silencio. Se aceptan desde sugerencias hasta chistes, je.

A pesar de este sentir, me aferro a la confianza de que Aquel que me dio soplo de vida, me sostiene y me reanimará. Porque Él es fiel y amoroso.

sábado, septiembre 18, 2010

El bebé cumplió un año

Este espacio cumplió un año de existir. Y siento que ha sido más tiempo...

Gracias a aquellos que han leído voluntaria o involuntariamente estas líneas; gracias a aquellos que han compartido sus puntos de vista con comentarios, o sin comentarios. 

También gracias a aquellos que necesitan molestar e insultar; que pronto puedan encontrar paz en su ser -por su propio bien-, porque yo sé a quién pertenezco y a dónde voy.

Creo que el proceso de "sentarme-pensar-escribir-leer" ha ayudado a poner un poco de orden en mi cabeza; pero aún hay mucho más por hacer. Y ha sido curioso compartir lo que me gusta y lo que no me gusta; he tenido que estar dispuesta a ser vulnerable, pero no me arrepiento. Todo es parte del proceso que el Eterno ha presentado para depender más de Él;  para aferrarme más a la locura de la Cruz, sin la cual yo sería nada.

Mi deseo es continuar escribiendo, por supuesto. Capturar en esta bitácora de vida lo que sucede en el día a día, en los silencios, en los lugares, en compañía o a solas con Dios. Será un buen tiempo.

martes, septiembre 07, 2010

Prosigo...

No es que ya lo haya alcanzado o que ya haya llegado a ser perfecto, sino que sigo adelante, a fin de poder alcanzar aquello para lo cual también fui alcanzado por Cristo Jesús.

Hermanos, yo mismo no considero haberlo ya alcanzado. Pero una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está delante, prosigo hacia la meta para obtener el premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.

Filipenses 3:12-14.

Ante la confusión y la culpa, Cristo Jesús -mi Señor- me muestra que lo que antes ocurrió en mi vida, ya no me condena. Lo que hice, pensé, dije y sentí ha sido redimido por completo. No más cargar con esa enorme lápida, no más aceptar los dedos señalándome, no más aferrarme a un pasado doloroso. Ahora, la Gracia de la Cruz, la Vida Plena en Él.

Ya nada me condena. Ya no me condeno. Soy Verdaderamente Libre.

lunes, septiembre 06, 2010

¿Por qué suspiras?, me preguntan

¿Por qué suspiras?, me preguntan,
Cuando a mi corazón le sobran razones para hacerlo...

... soñar el momento en que Él nos presente
... imaginar el momento en que tomes mi mano
... pensar el primer danzón juntos
... sonreír silenciosamente mientras caminamos

¿Por qué suspiras?, me preguntan,
Cuando mi corazón está enamorado...
aún sin conocerte.

miércoles, septiembre 01, 2010

No sé por qué razón me siento así...
Sólo sé que, 
¡los estoy extrañando un chorro!

 

lunes, agosto 30, 2010

Quieta... quieta...

Hoy me quedé quieta, muda, sentada, esperando.

Tuve que resistirme a tomar la iniciativa, calmar las ansias de leer primero, de hablar primero, de pensar primero... Y aunque intenté un par de veces dar el primer paso, no me sentía cómoda al hacerlo. Sabía que esta vez no funcionaría así.

Desde siempre esa es mi lucha, verdad? Desde antes que te conociera tenía esa extraña maña, como si las cosas dependieran de mi capacidad de tomar las riendas. Siempre intentando hacer las cosas por mí misma, buscando ser yo la que dirija el timón. Pero las cosas han cambiado. Tú me has cambiado.

Y esperaba algo de acción, quizá una escena con enseñanza, por lo menos un rayo inesperado que me sorprendiera... Pero no. Sólo querías que me quedara quieta. Nada más. Quieta, esperando, confiando. Admirando en quietud.

No recuerdo haber tenido un encuentro así contigo. Lo habitual son charlas, quejas, gratitudes, dudas... Pero esta vez era una cita para estar en silencio contigo. Qué bello.

Me llevaste a pensar algunas cosas, observar los trapos viejos que sigo cargando. Y opté por dártelos, porque a mí me estorban. 

Gracias por esta bella mañana de silencio y quietud. Gracias por mostrarme que no es necesario pronunciar palabra alguna para disfrutar de Tu Presencia. Gracias.

domingo, agosto 29, 2010

Tiempo de callar...

Desde ayer tengo una molestia en la garganta. Me duele y me arde. Para mi mamá significa que una gripa se aproxima y es momento de tomar vitamina C. Ni modo, los cambios de temperatura y el sótano húmedo del centro de prácticas tienen algo que ver con esta situación.

Este dolor de garganta me ha hecho guardar silencio, al menos las últimas horas. No estoy afónica, pero no dan ganas de hablar. Y he pensado: "tal vez, es tiempo de callar...". ¿Por qué tendría que callar ahora?

Ahora, cabe aclarar que no me refiero tanto a callar mis cuerdas vocales; hago alusión a callar mi mente, mi corazón.

Un par de entradas antes mencioné que estoy en transición. Hay muchas cosas en mi cabeza, muchas cosas que quiero hacer... hablo y hablo y hablo en mi mente... pero no me detengo mucho para escuchar. Hago demasiado ruido, me planto y exijo... pero no me siento, ni siquiera me pongo de rodillas para pedir dirección. Auch...

Muchos sueños revolotean en mi imaginación. Algunos demasiado vanos, que me avergüenza tenerlos ahí. Otros, más serios que pesan por el compromiso y la entrega que requieren. Y unos cuantos, los que pueden ser comunes a jóvenes de mi edad. Todos ellos, hacen ruido.

¿Por qué debo callar ahora? Porque necesito hacerlo para escuchar a mi Padre. No importa cuánto anhele que me diga algo, si yo no cierro mis labios, no será posible. Hay que hacer un paréntesis, un alto.

Mañana no habrá taller en la práctica, podré aprovecharlo para dormir un par de horas más, trabajar algunos varios pendientes, y durante el día callar. Confío en que habrá lindos detalles en esto, desde escuchar buena música hasta escuchar el silencio de la Voz de Dios.

lunes, agosto 23, 2010

El Señor es mi guardador

El Señor es mi guardador, 
nada me falta.
El Señor es mi guardador, 
nunca me dejará.

Al andar en sus caminos,
siempre dará salida a las pruebas,
jamás permitirá que caiga de Su Mano.

El Señor es mi guardador,
nada me falta.
El Señor es mi guardador,
nunca me dejará.

Ante las tentaciones, dará Palabra
y me guiará a lugar seguro.
Su Fidelidad es para siempre.

El Señor es mi guardador,
nada me falta.
El Señor es mi guardador,
nunca me deja.

Si las dudas surgieran,
Él me dará Fe, para ayudar a mi fe.
Me recordará por qué decidí seguirle.

El Señor es mi guardador,
nada me falta.
El Señor es mi guardador,
nunca me deja.

Me ha enseñado que Su Amor es suficiente,
que no necesito otro tipo de amor.
Y me enseña cómo dar ese Amor a otros.

El Señor es mi guardador, 
nada me falta.
El Señor es mi guardador,
nunca me ha dejado.

Ha borrado mis iniquidades,
de ninguna se acuerda.
Su Perdón me ha dado Verdadera Vida.

El Señor es mi guardador,
nada me falta.
El Señor es mi guardador,
nunca me ha dejado.

Su Gracia me ha liberado,
y por Él es que tengo Verdadera Libertad.
Nada hay mejor que servirle a Él.

El Señor es mi guardador,
nada me falta.
El Señor es mi guardador,
nunca me deja.

Nada puedo desear que esté fuera de Él,
nada puedo buscar que esté fuera de Él.
Por nada puedo vivir, si no es por Él.


El Señor es mi guardador,
nada me falta.
El Señor es mi guardador,
nunca me dejará.

jueves, agosto 19, 2010

Entre el cansancio y la Gracia

No me he sentado a escribir hace varios días. Y no es que haya dejado de pensar, cavilar y preguntar cosas; más bien, he dejado que el ritmo acelerado de la Universidad -o de la vida misma- me invada. No me gusta, pero esta vez lo he dejado pasar.

Desde hace un par de días he tenido mucho, mucho sueño. Mis ojos me arden, mi rostro refleja esa falta de descanso... ¡aunque sí estoy durmiendo! No sé, tal vez debo acostumbrarme de nuevo a levantarme de madrugada.

Hasta hoy es que me he propuesto sentarme y escribir, aunque sea una breve reseña de lo que ha pasado por mi mente, lo que he vivido y lo que he sentido.

Para empezar, he descubierto -o hecho conciencia- de que estoy en una etapa de transición. Puede parecer muy obvio, pero en medio de la dinámica cotidiana no consideras este tipo de cosas; no te levantas por la mañana y dices "Ah, sí! Hoy es un día más de esta transición de vida y debo tomar decisiones importantes para el futuro". Bueno, al menos yo no lo hago así.

Por momentos olvido que es el último semestre, que llegado diciembre el título de "estudiante" cambiará a "egresada"... mi identidad en ese aspecto cambiará, así como las expectativas y exigencias hacia mi persona. Dejaré las aulas, ya no tendré descuentos en los museos ni en el cine, tendré que ocupar mi tiempo de las mañanas en otros asuntos... Muchos cambios!

Escucho a mis amigos decir "disfruta tu último semestre en la Universidad". Y es curioso oír esas voces amorosas, y contrastarlas con lo que me comparten mis compañeras de clase; pareciera que ya tienen prisa por pasar a lo que sigue, piensan más en lo que vendrá al salir que en lo que vamos a vivir estos meses. No las culpo, pero me llama la atención.

Y claro que me propongo disfrutar este último tiempo. Por eso me quedé con Inzúa en Identidad y cultura, algo aprenderé de ese señor atropólogo-etnógrafo, que está por doctorarse en Historia de México (¿cómo es que no se ha vuelto loco?). Porque quiero disfrutar este tiempo es que no meto el servicio social y espero un poco para evaluar mis opciones y definir lo que quiero hacer. Porque quiero disfrutar mis últimos meses en la ENTS, es que me estoy esforzando por hacer pequeñas cosas para dar testimonio de Jesús entre mis compañeros.

Algo más que está sucediendo en mi cabeza, es comprender más mi profesión. La mega definición que durante años he dicho, ha sido cambiada por algo más concreto: el Trabajo Social es una profesión que estudia las necesidades y problemas sociales. Podemos agregar que el fin es defender los derechos sociales, pero la esencia es esa. Todo lo demás que podamos agregar, es rollo complementario.

Además de todo esto que he escrito, me ha dado por querer hacer y aprender muchas cosas. Pero reconozco que todo tiene su tiempo, y debo ser paciente, dar orden, priorizar, escuchar a Dios. Entre que quiero aprender guitarra, meterme a clases de baile, hacer ejercicio, bordar, tejer, leer, estudiar, viajar... y si me animo a hacer tesis, empezar a trabajar en ella; entre todo eso, debo quedarme quieta, no acelerarme. Y aquí recurriré al apoyo de mi mamá, necesito que alguien me oriente para organizar mis tiempos y ella me conoce lo suficiente como para saber qué sí y qué no.

Aún hay mucho por hacer. Y creo que estoy aprendiendo eso de sí, dejar las cosas a Dios, pero sin ser irresponsable. Tener presente que en un tiempo empezaré una nueva etapa, pero sin adelantarme a esa etapa. Son como dos extremos: por un lado, debo ir preparándome, pero por otro no precipitarme. Y se siente chistoso.

Pero Dios es increíblemente Bueno y Misericordioso. A veces siento que Él sólo está esperando que yo corra a Él; me mira con amor, pero está en la espera de que acuda a Él en todo momento. Siempre está ahí; otra cosa es que yo no vaya a Él. Y en esta transición sé que me guarda y me cuida, pero ahora me toca acercarme completa, constante y permanentemente a Él.

No sé, tal vez es mi etapa puber-adolescente después de mi infancia espiritual. Pero sería aventurado afirmar algo así.

Este tiempo, en el cual ha comenzado mi transición, se vislumbra interesante y emocionante. Los cambios no siempre son fáciles, a veces duelen. Pero me entusiasma pensar que en mi vida hay un sostén infalible: Jesucristo. No importa lo que pase, mi identidad está en Él, mi fuerza está en Él, mi razón de vida está en Él. Será la primera transición de vida que experimente teniéndolo a mi lado, y eso es emocionante.

No sé que suceda de aquí hasta fines de año (y tampoco quiero afanarme por ello), pero estoy segura de que será para Su Honra y Su Gloria.

sábado, agosto 07, 2010

[1ª de Pedro 1:18,21]

Fuí rescatada de mi vana manera de vivir, no con cosas corruptibles, sino con la sangre preciosa de Cristo; mediante el cual creo en Dios, quien le resucitó de los muertos y le ha dado gloria, para que mi fe y mi esperanza sean en Dios.

miércoles, agosto 04, 2010

Mi salmo 30

Te glorificaré, oh Jehová, porque me has exaltado;
sólo a tí es la Gloria y la Honra por lo que has hecho en mi vida.

Porque tú, Jehová, con tu favor me afirmaste;
sin merecerlo, por pura Gracia me has bendecido.

Por tanto, a ti clamaré...

Por tanto, a ti cantaré y no estaré callada.
Jehová, Dios mío, te alabaré para siempre.










Playa en Puntarenas, 
Costa Rica.

martes, agosto 03, 2010

Recapitulando el ENFOL

He comenzado formalmente el proceso de asimilación y procesamiento del ENFOL. Ya transcribí muchas ideas, preguntas, desafíos en cuatro cuartillas. Pero me resisto a dejarlo ahí.

Estoy impresionada. En el transcurso de los días en La Montaña no me percaté de todo lo que Dios estaba hablando. Todo llevaba un hilo conductor, todo comienza a tomar sentido ahora que me he sentado a escribirlo, organizarlo y reflexionarlo.

Pero me resisto a dejarlo ahí, porque de nada sirve si se queda en la memoria de mi compu. La verdad, me muero de ganas de platicar con todos mis amigos de esto. Y anhelo que los compromisos declarados a Dios se mantengan en mi corazón, y que aunque no los recuerde de inmediato, Su Espíritu me impulse a cumplirlos.

domingo, agosto 01, 2010

¿Qué significa ser piedra viva en mi contexto social? *

Vivo en una ciudad de 8 millones de habitantes, y si consideramos su zona metropolitana, suman 20 millones.

Cada mañana debo disponerme para asistir a la universidad. Me levanto a las 4:30 de la mañana para llegar a tiempo a la clase que inicia a las 7. Estudio el noveno semestre de la licenciatura en Trabajo Social, y cada día escucho sobre problemas sociales: pobreza, hambre, violencia, corrupción, desigualdad, marginación, falta de valores...

En el trayecto de mi casa a la universidad, durante el viaje en metro, observo la venta de piratería, la indiferencia de las personas cuando sube un anciano, o la discriminación a los menesterosos que piden limosna. Puedo leer en los periódicos sobre la lucha contra el narcotráfico, las muertes violentas y los decapitados; también sobre la aprobación de leyes que permiten el aborto y los matrimonios homosexuales, sin olvidar el aumento a los impuestos.

En casa, vivo el desempleo de mi madre. Gracias a Dios, contamos con una pensión de viudez y orfandad, porque mi padre falleció hace dos años. Vivo el esfuerzo de mi hermano para mantener su beca y pagar sus estudios. En mi salón de clases, escucho a mis compañeros. Algunos no conocen de Cristo y muchos no creen que exista Dios o que sea Soberano.

Mi contexto es duro. Y soy llamada a ser piedra viva en medio de él. ¿Qué significa ser piedra viva en mi contexto social?

En primer lugar, creer que es un llamado de Dios. Si pienso que se trata de una meta en mi vida, no va a servir, porque no está en mis manos hacerlo.

Ser piedra viva significa, para mí, renunciar a ser cualquier otra cosa. Soltar mis sueños y abrazar el plan de Dios como lo único que existe. Renunciar a mi identidad y recibir un nuevo nombre; renunciar a ser llamada mexicana, para ser llamada hija de Dios.

Ser piedra viva significa estar dispuesta a ser moldeada y alisada por el río. Estar abierta a la confrontación y a las pruebas; estar dispuesta a quedarme en la cascada, aunque reciba todo el chorro y toda la presión.

Ser piedra viva significa saber orar por mis gobernantes, aunque no esté de acuerdo con ellos. Orar por sus vidas y por sus familias, pidiendo dirección en sus decisiones; y solicitando que yo pueda ser una ciudadana conforme a la voluntad de Dios.

Ser piedra viva significa mirar a mis compañeros, y escucharlos en silencio. Brindar mi mano para apoyarles, no importando su forma de pensar.

Ser piedra viva significa no adquirir mercancía que sé es ilegal, aunque sea un disco de mi artista favorito, y tenga el éxito de moda.

Ser piedra viva significa acompañar a mi amiga, que acaba de abortar y está sumida en depresión; sin juzgarla ni señalarla, más bien amándola.

Ser piedra viva significa ser valiente en mi clase y presentar una perspectiva cristiana acerca de los problemas sociales, aunque piensen que soy ignorante o anticuada.

Ser piedra viva significa morir yo, para que Cristo viva en mí.

Ser piedra viva es un llamado de gracia y por gracia, como la respuesta al Amor de Aquel que nos llamó.

Por eso, mi oración es que el Señor nos haga piedras vivas, para guiar el río de Su Palabra y llevar agua de vida a los sedientos de Cristo.

* Participación preparada y leída para la noche de creatividad estudiantil del ENFOL 2010.

sábado, julio 17, 2010

México en 3 Minutos


Es posible que este video sea presentado en el ENFOL, en el espacio de 20 minutos que tendremos para hablar sobre nuestro país, en una noche cultural.

Sé que está muy sesgado, y que podría parecer anuncio "bicentenario"; pero al hacerlo pude comprender las dimensiones de México, y me surgió el sueño de irme a pasear por sus rincones. Sería fabuloso.

Pero también me queda un extraño sabor de boca, al saber que este país también tiene altos índices de pobreza, marginación, violencia... Pero no deja de ser bello.

Que el Dios Vivo me enseñe cómo ser sensible a las necesidades de mi país, y pueda ser sabia para valorar y cuidar su naturaleza.

Ya casi me voy...

... y aún no puedo creerlo.

Ya tengo lista la maleta, y aún no puedo creerlo.

Mis hermanos y amigos ya han empezado a bendecir el viaje, y aún no puedo creerlo.

Dios preparó todo, proveyó todo, acomodó todo, y aún no puedo creerlo.

No tengo duda alguna de que es Su Voluntad... pero es increíble, inimaginable...

Yo sólo puedo dejarme llevar, soltarme en Sus Manos, escuchar Su Voz, seguir caminando por el Sendero que ha trazado...

viernes, julio 16, 2010

Amistad valorada e invaluable

Ayer tuve la oportunidad de conversar con un amigo muy apreciado para mí, y esa plática me dejó con muchas cosas qué pensar, más de las que podría escribir por ahora. Él también ha sido confrontado por autores y teorías que hablan de la realidad de nuestro mundo, y escucharlo fue un bello regalo de Dios.

Parte del regalo consistió en entender e identificar mi propia aflicción. La otra parte del regalo  fue la oportunidad y la bendición de compartir con mi amigo lo que he vivido respecto a ese tipo de crisis. Compartir con él que las más duras han sido en el camino de la fe y que estudiar a la sociedad y sus problemas no ha resultado ser la más dulce de las aventuras; y compartir que pese a esas crisis, la esperanza existe y la tenemos.

Somos iglesia, somos comunidad. Tenemos el compromiso de compartir con otros, de animarlos y acompañarlos, tal como Jesús el Amigo lo ha hecho con nosotros.

Y al final del día fui consciente de que esta amistad ha resultado un desafío muy lindo. He tenido que aprender a callar y escuchar, a acompañar en vez de regañar, a ser sensible a lo que se vive en otros contextos y aceptar que no soy mejor que nadie. Sí, es de esas amistades que valoras mucho, y que son invaluables. Un maravilloso regalo de Dios.

domingo, julio 11, 2010

Todo tiene su tiempo

Después de una semana de paseos y mucha actividad fuera de casa, este domingo fue un deleite asistir a mi iglesia local, para congregarme y compartir la santa cena con otros hermanos en la fe; los mismos que me han mostrado de distintas formas su apoyo y respaldo para el próximo viaje que haré.

Era tiempo de descansar reuniéndome con mi familia espiritual para alabar a Dios, orar con arrepentimiento, confesar la fe en Jesucristo y hacer memoria de Su entrega por nosotros. Tiempo de escuchar el mensaje que Nuestro Señor preparó para el día y que fue expuesto por mi pastor.

También fue tiempo de reflexionar y recordar que todo tiene su tiempo; esto durante la clase de escuela dominical. Estamos estudiando Eclesiastés, y llegamos al capítulo 3. Todo tiene su tiempo -inicia- y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. Al final, reconocimos al Dios que tiene y controla el tiempo. No importa lo que hagamos -decíamos- Él ha determinado el tiempo de cada cosa y acontecimiento, sea personal o universal; entonces ¿por qué afanarnos? Confiemos plenamente en Él, y oremos para que tengamos la sabiduría necesaria y estemos preparados para los cambios que se presentan.

Todo ello me hizo pensar que en esta etapa es tiempo de ser adulta. Que no sólo es contar con la credencial de elector, ni terminar la licenciatura; ser adulta se trata también de tomar decisiones pensadas, de caminar por mi sendero que no necesariamente es el mismo que el de mis padres o abuelos. 

La decisión más importante ha sido seguir a Jesús, pues ha marcado mi vida: mi forma de pensar, de sentir y de entender el mundo. De ahí han derivado otras decisiones más recientes, y mi oración es que mi punto de partida siempre sea la Palabra y Voluntad de Dios. Seguro en el camino pasaré momentos de desesperación, deseando que sea en mi tiempo y no en el Suyo, pero serán tiempos para aprender a esperar y confiar en su Soberania.

Por ahora, más en corto, y puesto que mi hermano fue al campa de líderes -es su tiempo de escuchar a Dios, rodeado de su increíble Creación-, será tiempo de pasar una semana con mamá. Me entusiasma la idea de estar con ella, ha sido un lindo detalle de Aquel que nos llamó a ambas -a cada una, en su tiempo-, justo antes del ENFOL. Oro que sea un buen tiempo.

domingo, julio 04, 2010

A solas con Jesús

¡Qué hermoso es cerrar los ojos para orar a Dios, y después abrirlos para descubrir que ha amanecido!

A solas al huerto yo voy
cuando duerme aún la floresta,
y en quietud y paz
con Jesús estoy,
oyendo absorto allí su voz.

Él conmigo está,
puedo oír su voz,
y que suyo, dice, seré;
y el encanto que hallo
con él allí,
con nadie tener podré.

Tan dulce es la voz del Señor,
que las aves guardan silencio,
y tan sólo se oye
su voz de amor,
que inmensa paz al alma da.

Con él encantado yo estoy,
aunque en torno llegue la noche;
más me ordena ir,
que a escuchar yo voy,
su voz doquier la pena esté.

Austin Miles.

viernes, julio 02, 2010

Libros, libros y... ¡menos libros, por favor!

En la dinámica de la limpieza en casa, además de fotocopias, me encontré -con mucha sorpresa- con los libros de texto de la prepa. Ya ni me acordaba que aún los conservaba. También me despedí de historia universal contemporanea, literatura universal, lógica, geografía... 

Pero no fueron los únicos ejemplares. De mi librero -el que está más cerca del escritorio- tuve que hacer una selección sincera y honesta; no todos los que estaban ahí los utilicé... ¡algunos ni siquiera los consulté! Se fueron los que ya leí, pero no pienso repetir; los que tomé de algún stand porque eran gratuitos; los que hace un par de años pensé que me servirían en alguna asignatura, pero jamás revisé. De todos esos, sólo unos cinco fueron rescatados por mi madre.

Y no es ninguna aberración deshacerse de algunos libros. Desde que tengo uso de razón he estado rodeada de ellos, y en los últimos 3 años he aprendido que no pasa nada -¡no se acaba el mundo!- si me deshago de libros. No los voy a quemar, así que no es ningún atropello a la razón.

He vivido de muy cerca el consumismo "librero", mi padre disfrutaba comprar libros nuevos y viejos; y cuando falleció todos sus libros, absolutamente todos, se quedaron en los estantes. Fue necesario vender una gran parte, porque él ya no los iba a leer, y nosotros tampoco. Así que, aunque me guste algún título en la librería, puedo dejarlo en su lugar y no comprarlo, salvo que sepa que lo voy a leer y utilizar -y tenga dinero-.

Me he vuelto partidaria de los intercambios y las bibliotecas. No hay como recorrer los pasillos de la biblioteca de la escuela, husmeando entre los títulos y los autores, elegir alguno y solicitar el préstamo; después de una semana, lo regresas y alguien más lo puede consultar. O prestar tu novela favorita a un amigo, para después reunirse y comentarla, escuchar opiniones, gustos y disgustos. Los intercambios de libros no sólo fomentan la lectura, ¡promueven la socialización, la convivencia! Es como leer "acompañado", que resulta más divertido y enriquecedor que leer a solas.

La pregunta que queda ahora es ¿cómo vamos a rellenar los espacios vacíos de los libreros? Sospecho que la siguiente meta es seguir depurando la biblioteca familiar, y reubicar los lugares de aquellos ejemplares que aún se quedarán con nosotros.

A trabajar, entonces.

¡Mis tenis otra vez son blancos! [Parte II]

Algo que disfruto de los días de limpieza es encontrar curiosidades y recuerditos. La novedad del día fue toparme con fotocopias que datan de mi último periodo de prepa, allá por el año 2004. 

No pude evitar sonreir después de leer mi examen escrito de sociología sobre "Rebelión en la granja", o descubrir el documento base del Plan Puebla Panamá que nunca leí para la clase del profe Quintana; ni hablar de las hojas de carpeta con algunas poesías de la clase de literatura hispanoamericana (seguramente la que más disfruté ese año).

Sentí cierta nostalgia al reconocer el folleto de bienvenida, que recibí al entrar a la carrera.  Incluía el mapa curricular de los nueve semestres; aún recuerdo que me preguntaba cómo sería cursar todas esas materias, cada una sonaba tan interesante como la otra... ¡cuánto tiempo iba a tardar en acabar! Y ahora, me pregunto en qué momento el tiempo tomó el avión para irse volando.

Me dio gusto observar que mi caligrafía mantiene muchos rasgos: fue en la prepa cuando varios aspectos de mi personalidad se definieron; en esa etapa las aulas, los compañeros, incluso la danza, fueron elementos en mi formación como joven. Después, en la universidad, tuve que ser formada para ser una mujer adulta.

Y me despedí de todos esos papeles con gratitud. Porque no siempre podré guardarlos -y tampoco quiero hacerlo-, porque mi paso por la prepa va más allá de un montón de fotocopias que no he vuelto a utilizar, porque quiero dejar espacio para lo que Dios tiene por delante. A Él le agradecí esos años de adolescente, esos momentos en que sentí que podría comerme al mundo, esa época en que descubrí algunas de mis habilidades y capacidades. Gracias, porque puede vivirlos, pude equivocarme, y pude aprender de esos errores.

martes, junio 29, 2010

Te pido la paz para mi país....

Muro fronterizo. Tijuana, BC.

Ayúdame a mirar con tus ojos,
quiero sentir con tu corazón,
no quiero vivir más siendo insensible
a la necesidad, oh Jesucristo.

Ayúdame a mirar con tus ojos,
quiero sentir con tu corazón,
no quiero vivir más siendo insensible
a la necesidad, oh Jesucristo.

Te pido la paz para mi ciudad,
te pido perdón por mi ciudad,
ahora me humillo y busco tu rostro,
¿a quién iré Señor, sino a ti?

Te pido la paz para mi país,
te pido perdón por mi país,
ahora me humillo y busco tu rostro,
¿a quién iré Señor, sino a ti?
¿a quién ire Señor, sino a ti?
¿a quién iré Señor, sino a ti?

No sé de quién es este canto, pero creo que es parte de la tradición de la CIEE en América Latina. Lo tomo como una oración personal, a raíz de la violencia  y la corrupción que se viven en mi país. Me entristece, me duele y me aferro a la misericordia del Único Dios. Te pido perdón por mi país, te pido la paz para mi país...

jueves, junio 24, 2010

Unas pocas reflexiones...

A lo largo de este mes he estado leyendo a paso constante y esforzado algunos libros de la Biblia y otros materiales que me enviaron como preparación para el ENFOL. A menos de un mes de partir a tierras centroamericanas, me siento extraña: Dios se ha encargado de darme una capacitación super-intensiva, que estoy intentando asimilar. Quizá no entiendo todo por completo, pero me llena de expectativa, ánimo y esperanza.

Y digo que no entiendo todo porque ahora estoy revisando Apocalipsis. Por todos lados he escuchado que es un libro difícil. No lo niego. He tenido que luchar con ese pre-juicio, de tal forma que pueda acercarme sin miedo. En realidad no se nos pide que entendamos y decifremos las imágenes allí descritas, "Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas..." (Ap. 1:3).

Me ha ayudado mucho acompañar la lectura con el escrito de Jorge Atiencia y Ziel Machado, "No tengan miedo". Y Ziel mismo inicia el capítulo 5 explicando que para él Apocalipsis siempre fue su libro difícil, pero nos invita a recordar que Dios siempre quiere decirnos algo, que tiene sentido para nosotros. "Podemos ir con confianza a la Palabra de Dios, con la convicción de que el Espíritu Santo se propone mostrarnos algo". Esto me ha ayudado a leer con más tranquilidad el último libro de la Biblia.

Han sido muchas reflexiones, dudas y desafíos los que se han hecho presentes con este libro, y voy entendiendo por qué no tengo que matarme para entender las increíbles y sorprendentes descripciones que Juan hace de su visión. Se trata de las cosas que están por venir, y así como las puedo leer, puedo vislumbrar que serán importantes e impactantes, por eso se nos pide que estemos preparados como Iglesia.

Perseverancia y fidelidad, perseverancia y fidelidad. Lo que Dios quiere es que seamos perseverantes y fieles a Él, pase lo que pase. Que sigamos siendo suyos, aunque la seductora tentación del poder esté enfrente de nosotros, hablando con palabras bonitas que nos hacen cosquillas, y que parecen ser el Evangelio. Que sigamos adorándole a Él y sólo a Él, aunque Satanás se haya puesto su mejor disfraz para engañarnos, y hacernos creer que estamos siguiendo a Jesús.
 
Pero esta perseverancia y fidelidad no son sinónimo de éxito y confort. "¿Cuántos milagros hizo Juan el Bautista? Ninguno [...] sin embargo Jesús dijo que [...] no hubo profeta más grande que él. Y con este concepto que tenía Jesús de él, Juan el Bautista no terminó su ministerio frente al mar, en una casa de vacaciones. Terminó su vida en el martirio, por su fidelidad al Señor". Voy comprendiendo por qué las tentaciones son tan fuertes, y por qué es tan valiosa la fidelidad para Dios.

La vida cristiana no es fácil, Jesús mismo nos lo hizo saber. Cada día, cuando despertamos, tenemos que enfrentar situaciones adversas con la familia, los amigos, los hermanos en la fe y las personas que se sientan junto a nosotros en el transporte público. Les confieso que más de una vez me he preguntado cómo sería mi vida si no hubiera decidido seguir a Cristo, ¿sería más cómoda? ¿tendría menos conflictos? ¿dejaría de ser un "bicho raro"? ¿podría hacer lo que se me antojara sin pensar tanto en las consecuencias? Tal vez sí.

Pero no tendría nada. Mi vida sólo giraría en lo inmediato, y el futuro sería incierto. Tal vez ya hubiera desarrollado un transtorno de depresión por las complicaciones en el mundo y mi sensación de soledad, me sentiría con mucho miedo al escuchar de las ejecuciones y muertes por el narco, y tendría una gastritis declarada producto del estrés escolar. Pero más que todo ello, no tendría la seguridad de saber que Jesús tiene la última palabra.

Y cierro mi intento por compartirles unas pocas reflexiones, con la promesa que escuché de Jesús, y por la cual yo le dije "quiero seguirte, Señor":

"Y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén". Mateo 28:20