miércoles, diciembre 28, 2011

¡Que se haga la luz!

Desde hace meses estoy leyendo "Dios es el Evangelio" de John Piper. Literalmente, meses. Es el primer libro que descubro debo leer despacio, sin prisa; de lo contrario, no podré disfrutarlo y comprenderlo. También he observado que es de esos libros que, si los vuelves a leer, le encuentras más cosas...

Lo estoy usando en el devocional, y trato de copiar algunas ideas en mi libreta. Ha sido fascinante: en pequeñas dosis me ha llevado a descubrir el evangelio desde otra perspectiva. ¿Es Dios mi más anhelado don? ¡Vaya pregunta tan dura y desafiante! Me obliga a hacer un autoexamen constante -por ello es excelente para el tiempo a solas con Dios. 

Y hoy encontré algo para llevar en oración: ¡Satanás quiere impedir que las personas vean la luz del evangelio! Puede parecer "obvio", pero hay que tomarnos en serio el asunto. Aquí una cita:

... la manera en que Satanás impide que las personas vean "la luz del evangelio" no es impidiendo la predicación, sino evitando la percepción espiritual. Se escuchan las palabras del evangelio, se entiende los hechos pero no es "luz". ¿Qué significa esto? Significa que las personas cegadas toman a consideración los hechos del evangelio pero no ven ninguna belleza espiritual que los cautive, ni tesoro no nada preciado de forma suprema. Ven solo hechos. Puede que hasta estén de acuerdo con que los hechos históricos sean ciertos... pero no tienen un "verdadero sentido de la excelencia divina de las cosas que se revelan en la Palabra de Dios ni una convicción de la verdad y la realidad que de ellas surgen".

¿Por qué debemos llevar esto en oración? Hemos pedido que el Evangelio sea predicado, que el nombre de Jesús se conozca en todo lugar -en el caso de mi trabajo, en las universidades; y creo que Dios ha respondido mucho esa oración: tenemos cultos de evangelismo, salimos a las calles a repartir folletería, abrimos grupos de estudio bíblico... No podemos decir que no hay personas que puedan predicar el Evangelio, ¡porque sí hay! [Y aclaro que no siempre estoy de acuerdo con las formas en que se hace; pero de que se hace, no tengo duda].

Pero, ¿oramos pidiendo al Padre que haga que la luz del evangelio brille tanto que las personas no puedan resistirse? A nosotros no nos toca convencer a nadie, y aunque intentemos "pulir" la gloria de Cristo no lo vamos a lograr. Sólo Dios puede mandar que brille la luz. 

Por otro lado, en nuestro contexto posmoderno donde todo es relativo y nada es absoluto (a según), ¿qué puede tener de especial el evangelio? Lo hemos visto y lo hemos escuchado: personas "buenas" que no tienen problemas con aceptar que Jesús fue un buen hombre, que sí existió históricamente, y hasta reconocen que la Biblia es un libro importante. ¿Y qué? Yo estoy bien con mi vida -nos dicen. ¡Y es que no pueden ver lo valioso que es!

Resulta ser que la riqueza del evangelio, lo hermoso y lo magnífico es su belleza espiritual. O sea, "no se ve" materialmente. Si alguien no puede ver esto, está ciego espiritualmente -quizá la palabra más adecuada sea MUERTO.

Y esto no sólo ocurre en "el mundo", ¡también en la iglesia! Los que nos llamamos cristianos, ¿vemos esa belleza espiritual? ¿valoramos como hermosa la luz espiritual del evangelio? ¿o desechamos las joyas preciosas y las cambiamos por perlas de plástico?

Hemos orado porque el Señor levante personas fieles a su evangelio para predicarlo y enseñarlo. Ahí tenemos al tío John Stott y muchos otros. ¡Oremos pidiendo que las personas vean y se deleiten en la gloria de Dios en la faz de Jesucristo! ¡Oremos pidiendo al Padre que haga la luz en el corazón de aquellos que escuchan su evangelio! ¡Oremos pidiendo que su iglesia valore esa belleza y esa luz como su mayor tesoro y lo predique así!

Sólo Él puede hacerlo. Mientras, nosotros hagamos nuestra parte de predicar y ser testigos de Jesús.


martes, diciembre 27, 2011

Ausencia. Cesária Évora.

En estas vacaciones, he tenido un tiempo para revisar los periódicos, y encontré que hace poco murió una cantante llamada Cesária Évora, originaria de Cabo Verde. Se llamaba así misma "La diva de pies descalzos", y en sus presentaciones así salía -descalza, en solidaridad con las mujeres y niños pobres de su país.
Como llamó tanto mi atención, busqué en youtube alguna canción, y encontré esta... Me gustó y la comparto.



Ausencia.

Ausencia, ausencia...

Si tan solo tuviera alas para volar
a través de la distancia,
si tan solo fuera gacela
para correr sin cansancio alguno

Entonces, podría amanecer
en tu pecho
y nunca más la ausencia
sería nuestra realidad

Pero sólo en mis pensamientos
puedo viajar sin miedo
y mi libertad,
la tengo sólo en mis sueños
En mis sueños, soy fuerte
y tengo tu protección
y tengo sólo tu cariño
y tu sonrisa

Ay, siento soledad,
así como el sol sólo en lo alto
puede resplandecer,
también puede cegar con su fulgor
sin saber a dónde iluminar
ni ningún lugar a donde ir
Ay soledad, es mi destino
...

Pero sólo en mis pensamientos
puedo viajar sin miedo
y mi libertad,
la tengo sólo en mis sueños
en mis sueños, soy fuerte
y tengo tu protección
y tengo sólo tu cariño
y tu sonrisa

Ay, siento soledad,
así como el sol sólo en lo alto
puede resplandecer,
también puede cegar con su fulgor
sin saber a dónde iluminar
ni ningún lugar a donde ir
Ay soledad, es mi destino...


Ausencia, ausencia...

miércoles, noviembre 30, 2011

Misiones de Chihuahua

Después de darle vueltas al asunto, decidí retomar el libro "Misiones de Chihuahua. Siglos XVII y XVIII" de Zacarías Márquez. Lo compré hace un año en los puestecillos de la facultad de Filosofía sin saber bien a bien de qué hablaba, el puro título me hizo considerar adquirirlo. Y la verdad, después de empezar a leerlo estuve a punto de arrepentirme porque poco entendía yo de lo que hablaba... y no lo terminé.

Se trata de una investigación sobre la obra misional de las órdenes religiosas que llegaron a los territorios del actual estado de Chihuahua; habla de los jesuitas y de los franciscanos, de frailes y de indios "bárbaros", de rebeliones, matanzas y la explotación de nativos que los blancos tuvieron a bien ejecutar para extraer minerales preciosos en la región. 

Saltan años, lugares, términos que no sé qué significan. Está plagado de notas al pie de página indicando de qué archivos o fuentes se sacó tal o cual información... Todo un trabajo de investigación documental, y que no estoy acostumbrada a leer.

Pero, como dije antes, decidí agarrarlo otra vez. Pero en esta oportunidad tengo algunas preguntas en mente: 

- ¿por qué los misioneros españoles decidieron ir a esas tierras a evangelizar? 
- ¿qué los motivó? 
- ¿sabían lo que había allí? 
- ¿cómo entendían su trabajo? 
- ¿qué lugar tuvieron en este proceso las esferas político-económicas?

Y actualmente:

- ¿qué vestigios encontramos ahora sobre lo que hicieron esos hombres? 
- ¿qué señas y rastros hay?  ¿los hay?
- ¿cómo puede ayudarme esto para comprender la realidad de este estado?

Sinceramente, no creo poder responder todas estas preguntas, pero me ayudarán a mantenerme atenta y despierta durante la lectura.

Algo de ventaja que le he encontrado es que tiene mapitas y unas fotillos al final; cosa que agradezco, porque necesito algo más gráfico para ubicarme en el espacio y entender mejor. Además, estar revisando constantemente un mapa de Chihuahua puede traer buenos resultados en el largo plazo.

Espero muy pronto compartir respuestas y nuevas preguntas de esta lectura.

jueves, noviembre 24, 2011

Pensando en "ellos"

Estoy por irme a dormir, y reconozco que estoy a punto del colapso por el cansancio, pero quiero escribir un poco.

Pienso que la vida está llena de contrastes; yo misma puedo ser un contraste: luz y sombra, Él y yo. Y de no ser por eso, no podría avanzar, crecer, madurar. ¿Cómo podría saber si me estoy acercando más a Él o si me estoy alejando? ¡Necesito un punto de comparación! 

Ahora estoy en medio de un contraste: mi cansancio físico y mental, que es inevitable porque mi cuerpo es frágil, y porque soy finita; frente al gozo de escucharlos y saludarlos, precisamente a ellos, los que están más lejos. Yo aquí, y ellos allá; pero Él con todos nosotros.

¡Es inevitable la sensación de tener el corazón dividido en dos! Y eso me hace sufrir: amo a quienes tengo cerca aquí, los miro, los escucho y anhelo que crezcan, que se desarrollen, que tengan sus raíces firmes en Cristo. Pero también tengo en el pecho el anhelo de estar allá, caminar de cerca con ellos, soñar juntos con lo que Dios ya está haciendo.

A veces imagino que así se sentía Pablo cuando pensaba en los efesios, en los colosenses, en los tesalonicenses: él estaba lejos, y les escribía para enseñarles, animarles y exhortarles. Les hablaba de cuántas gracias daba a Dios por ellos, por su fe, por su amor a Cristo y al evangelio, por su servicio a los santos; y cada vez que leo esas gratitudes libero un gran suspiro, porque también doy infinitas gracias a Dios por ellos.

¿Cómo es que los estoy amando así? Es la pregunta que me da vueltas desde hace un mes... ¿cómo puede ser posible? Sólo puedo reconocer que no proviene de mí; proviene de Dios mismo, que los ama profunda y plenamente.

Una noche más me iré a dormir, no sin antes mirar la fotografía en mi escritorio, recordarlos y pedir al Señor que siga guardando sus almas, que sigan madurando en la fe y que sigan creciendo en el conocimiento del amor de Cristo nuestro Señor.

lunes, noviembre 21, 2011

Aprendiendo sobre el Señorío de Cristo

Durante el último mes estuve leyendo un libro ameno e interesante, el cual habla sobre el Señorío de Cristo y lo que éste implica en nuestra vida cotidiana. Aunque breve, el contenido es sustancioso y enriquecedor.

Cotidianamente he escuchado en la iglesia y en el ministerio estudiantil que Jesús es Señor; incluso, en nuestras oraciones decimos "Señor, te rogamos... te agradecemos... te alabamos". Pero, ¿en verdad comprendía yo la magnitud de decir que Cristo es Señor?

La clásica escena que pensaba era la de los primeros cristianos perseguidos por el Imperio Romano: frente al estandarte del César lo esperado era que dijeran "César es Señor", pero ellos se atrevían a decir "Jesús es Señor". Conmovedor, pero en el siglo XXI eso puede quedarse en mera historia antigua.

Pues bien, Jorge Olivares me ayudó a visualizar mejor las implicaciones de decir que Jesús es Señor. Primero, aclara que esto de someterse al señorío de Cristo es un proceso durante el cual aprendemos y desaprendemos, luchamos y fallamos; pero contamos con el recurso de la gracia, que nos permite continuar.

Tres puntos que llamaron mi atención:

1. El Señorío implica intimidad. Cuando pensaba en autoridad o señorío venía a mi mente la imagen de un hombre grande y gruñón, que sólo le importa ser obedecido sin chistar. Esa imagen no era agradable, y me costaba trabajo relacionarla con mi Salvador amoroso. Menos mal que no se trata de eso: Jesús es Señor, y sí busca obediencia, pero no es autoritario. A él le preocupa más lo que soy que lo que hago, y espera de mí no sólo una obediencia intelectual, sino una relación de intimidad. Él mismo puso ejemplo al someterse al Padre y obedecerle hasta la muerte en la Cruz, ¡y ambos tienen una profunda relación de amor genuino!

2. Jesús es Señor en el mundo espiritual. Creo que parte de mi cosmovisión evangélica está fuertemente influenciada por la tradición presbiteriana, que no profundiza mucho en los asuntos tocantes al mundo espiritual. A veces, pareciera que "eso" es mero emocionalismo y nada tiene que ver con nosotros. Triste la cosa, porque entonces omitimos cosas importantes como el hecho de que Jesús tiene todo el poder y de que tener miedo puede ser algo que nos lleve a no cumplir la Voluntad de Dios. Inclusive, se nos olvida que Satanás está al acecho, esperando la perfecta oportunidad en cualquier fractura para entrometerse.

Al decir que Jesús es Señor en lo espiritual, no sólo reconocemos esto: reconocemos que Él es sobre Satanás y sobre el mal; lo que nos lleva a confiar que su obra en la Cruz los ha derrotado y no debemos tener miedo.

3. El Señorío de Cristo también incluye a nuestra comunidad. "Presentar el señorío de Cristo a nuestra ciudad es mostrar su amor, es interceder por situaciones cotidianas y extender el reino con actos de amor del Padre" (pág. 101). Sí, tenemos el llamado a evangelizar, pero eso incluye testificar el amor de Dios con nuestro prójimo. Sinceramente, no estoy muy segura de que entregar un folleto sea un acto que exprese en sí mismo amor; ¿cómo le hacemos entonces? Tal vez, en lugar de llegar a recitar las mil-ocho-mil leyes espirituales, podríamos interesarnos por saber cómo se llama la persona y escucharla un poco, conversar y dejar de pensar que debemos "ganar su alma" como si se tratara de bonos acumulativos.

Leer los periódicos puede ayudarnos a conocer lo que están viviendo las personas, y buscar ideas creativas que muestren el amor del Padre y acerquen el reino de Dios a las personas. Hay tanto qué hacer...

Así que les dejo la recomendación de este libro, que me ayudó a comprender más integralmente el Señorío de Cristo en mi vida, y que me desafió a aceptar a Jesús como Señor mío día a día. 

Ficha bibliográfica:
Olivares, Jorge (2009). Quiero que seas mi Señor: el señorío de Cristo en la vida cotidiana. Buenos Aires: Certeza Argentina. 138 p.  

sábado, noviembre 19, 2011

En la espera

"La espera enseña y te acerca a Dios".

Esta frase la tomo de un amigo colega en la Obra. Y lo hago porque me ha dejado pensando que estoy en eso: en la espera.

No sólo es la espera de un hombre con quien compartir la vida; también es la espera del momento en que reciba mi titulo, no como algo que me enaltezca, sino como testimonio de la fidelidad de Dios durante mi tiempo de estudiante. La espera del tiempo en que estaré en el lugar del cual me enamoré hace un mes, y en el cual quiero sembrar e invertir parte de mi vida.

La espera. Ese proceso que tanto nos cuesta trabajo pasar a los seres humanos, más si estamos inmersos en un contexto donde las cosas son rápidas, porque "hay que ahorrar tiempo"... ¿para qué?

En la espera no "ahorramos". Invertimos tiempo y muchas otras cosas. Si ahorramos, sólo depositamos algo, tal vez lo que nos sobre, para usarlo después cómo mejor nos plazca. Pero si invertimos, tenemos que trabajar porque la idea es ver un fruto, no sólo acumulación. Eso requiere esfuerzo, sudor, y seguramente dolor.

Sé que puede ser muy capitalista esta idea, pero me he quedado pensando en eso de la espera y lo que implica: no es "no hacer"; esperar tiene que ver con alguna certeza, algo que ocurrirá porque antes hubo un proceso de preparación o algo similar.

Esperar tiene que ver con tener esperanza. O más bien al revés: la Esperanza tiene que ver con la espera. Los que hemos creído en Jesús, tenemos esperanza porque estamos esperando que Él regrese... y lo hacemos con la convicción de que así será, porque Él lo prometió.

La espera nos acerca a Dios. Como no podemos con nuestras ansias y desesperación, necesitamos enfocarnos en Aquel que cumple sus promesas. Acercarnos para seguir alimentando la esperanza, para tomar aliento y mantener firme la esperanza. Dependemos de Él, de su fidelidad, de su gracia... ¡porqué nos des-esperamos!

Estoy en la espera, no sólo de las cosas que arriba dije. Estoy en la espera de Jesús, de su regreso... porque es lo único verdaderamente valioso que me hace seguir esperando en esta vida.

sábado, noviembre 05, 2011

Pequeños grandes frutos

Hoy tuvimos un evento de capacitación en la ciudad, como cada semestre. Empezamos tarde porque no llegaban estudiantes. Creo que algunos llegamos a preguntarnos qué estaba ocurriendo; si bien recordé que los eventos masivos son espacios para que los estudiantes (particularmente los que organizan) sigan siendo formados, no puedo negar que en algún momento estuve un poco desconcertada por la situación.

Pero incluso los asesores somos formados, porque a veces nos toca ser quienes conserven la calma para animar al estudiante (¡ahora veo que no es tan sencillo!). Así que, sólo me quedó seguir confiando en el Señor.

Arrancamos y un estudiante tuvo la tarea de presentar al movimiento estudiantil: fue hermoso escucharlo. Y lo fue porque declaró que, investigando la misión y la visión de Compa, comprendió mejor lo que hacemos y se preguntó sí él estaba haciendo eso en su escuela; ... ¡Aprendió qué hacemos en Compa! Y no sólo eso, ¡abrazó con más fuerza la misión! En ese momento entendí que, aunque la asistencia no fue la esperada, tuvimos frutos: un líder más comprometido con Jesús y la misión en su escuela.

Por otro lado, los jóvenes del CCH (bachillerato) compartieron lo que hicieron en su escuela para evangelizar: ¡una contra-ofrenda! Los chavitos hicieron un sketch donde explicaban que valores como el amor, el perdón, la confianza y la paz habían muertos, pero sólo Jesús podía re-vivirlos. ¡Caramba, qué alegría escuchar sobre la creatividad estudiantil!

Aunque no tuvimos 100 asistentes, el Señor nos concedió en su gracia mirar algunos frutos del trabajo en la ciudad. Pienso que los números pueden ser importantes, pero si no están bien cimentados y firmes en la misión, de nada sirven. 

Por hoy, me siento feliz de saber que un estudiante ha estudiado, comprendido y abrazado la misión estudiantil de manera más clara que antes; también porque tenemos estudiantes creativos que siguen buscando compartir el mensaje de Jesús.  ¡Eso es para celebrarse!

viernes, noviembre 04, 2011

El Espíritu de oración

Desde hace un par de semanas, he empezado a incorporar a mi tiempo devocional la lectura de algunas poesías. El libro que estoy usando se llama En comunión con lo Eterno de Francisco E. Estrello.
Hoy me topé con el siguiente texto; la verdad, me llegó...

El Espíritu de Oración.
Fenelón. 

No te desanimes por causa de tus faltas; condúcete contigo mismo, al corregirlas, como lo harías con tu prójimo. Deja a un lado ese ardor mental que deja exhausto tu cuerpo y que te hace cometer errores. Acostúmbrate gradualmente a llevar la oración a todas tus ocupaciones diarias. Habla, actúa, trabaja en paz, como si estuvieras en oración, como ciertamente debes estar.

Haz todo sin ansiedad, en espíritu de gracia. Tan pronto como te des cuenta de que tu natural impetuosidad está resbalando, retírate quietamente a tu interior, donde está el reino de Dios. Escucha únicamente la dirección de la gracia, y entonces no digas ni hagas nada más que lo que el Santo Espíritu ponga en tu corazón.

Descubrirás que te tornas más tranquilo, que tus palabras serán más pocas y más eficaces, y que, con menos esfuerzo, podrás lograr más bien.

No es cuestión de una lucha perpetua del entendimiento, lo cual sería impracticable, sino cuestión de acostumbrarse a una paz en la cual consultarás fácilmente a tu amado Señor acerca de lo que es tu deber. Esta muy sencilla y corta consulta se efectuará más fácilmente que los ansiosos y tumultuosos debates que usualmente entablamos con el yo, cuando nos dejamos vencer por nuestra natural impetuosidad.

Cuando el corazón se haya vuelto ya hacia Dios, podemos fácilmente formar el hábito de suspender los movimientos naturales del sentimiento ardiente, y de esperar el momento en que podemos obrar bajo el impulso de la gracia de Dios.

Te exhorto a procurar adiestrarte en esta dependencia de la voz interior, y entonces toda tu vida se convertirá gradualmente en una oración. Puedes sufrir, pero sufrir en paz es solamente la mitad del sufrimiento.


martes, octubre 25, 2011

Tomando lo que no me gusta...

Hoy visité la coordinación de Investigación de mi escuela, como parte de las tareas que comprenden mi exploración y búsqueda para encontrar la mejor opción de titulación que me permita concluir de una vez y por todas mi ciclo de licenciatura.

Desde el tercer semestre de la carrera tengo un "trauma" que ha derivado en un prejuicio hacia la investigación, y eso se ha convertido en una piedra en el zapato cuando se trata de considerar la tesis o el apoyo a la investigación como "buenas" opciones. Pero, otra parte de mí ha adoptado recientemente la idea de que debo entrarle. Vaya, dentro mío se desarrolla una lucha difícil.

No sólo han sido mis malas experiencias con las materias de Investigación Social I y II, también son mis inseguridades, mis miedos y temores, la poca visión para verme como "investigadora-académica" lo que me detiene. Como que no me la creo, pues.

Pero, ahora se presenta una oportunidad: entrar en el programa de apoyo a la investigación, con una beca y como opción para titularme en 8 meses. ¡Caray! Es una buena oferta, y tengo que tomar una decisión pronto; los papeles se entregan el 11 de noviembre... ¡eso significa que debo trabajar bajo presión! ¡Y no me gusta!

Pareciera que lo que no me gusta me lo han puesto enfrente a propósito, ¡para que lo tome! Esto puede significar una oportunidad para confiar más en Dios, lanzarme teniendo la convicción que Él va delante de mí... dejando todo en sus manos. Después de todo, ¡también los investigadores necesitan escuchar de Jesús!

Que la paz del Señor anide en mi corazón, y confíe que también tiene cuidado de esta área de mi vida.

lunes, octubre 17, 2011

Las cinco que me acompañaron

Ahora que ya me encuentro en casa, estoy en el intento de atrapar todos los gazapos que se han soltado después del viaje a Chihuahua.

Por hoy quiero compartir cinco canciones que estuvieron presentes durante la semana pasada. Sólo la primera tenía invitación formal a ser parte; las demás se aparecieron en el trayecto de los días y las conversaciones, lo que las ha hecho especiales en alguna manera.

1. 20 de enero, de La Oreja de Van Gogh (antes ya publicada). La idea de un viaje deseado y soñado, el anhelo de llegar y la emoción de saber que se hace realidad... todo ello lo encontré en esta canción.

2. Recuerdos de Ypacaraí. La relaciono con una larga charla que me hizo pensar en el valor de los recuerdos y la historia. Son tesoros que no puedo entender,  hasta que escucho al otro y empatizo con él. La versión que escuché era un interpretación de la estudiantina de la UACJ de hace varios ayeres -en un disco LP, reproducido en un tocadiscos... ¡años de no hacer algo así!


3. Luna, de Mercedes Sosa. También era desconocida para mí. Llegó a mis oídos en un café bien suave, ubicado en el centro de Chihuahua. Mi bebida estuvo deliciosa, y la mayor parte de ese tiempo me mantuve callada escuchando lo que se tocaba. La tomo en cuenta porque se me concedió mirar en dos ocasiones una luna preciosa (una en Juárez y otra en Chihuahua). Pareciera que este astro fue el testigo de la visita.


4. Hay momentos, canto evangélico. Durante el culto en la iglesia metodista lo reconocí, porque también lo entonamos en mi iglesia. En ese punto no pude más y me solté a llorar, ¡decía todo lo que sentía y quería decir! 


5. Ay Chihuahua de Lucha Villa. Tampoco la conocía. Al final del viaje, sentí una especie de revoltijo de emociones: entre alegría y gratitud, con tristeza porque tenía que regresar. Retomo especialmente lo siguiente: ya me voy y de verás lo siento, pero aquí mi cariño se queda; volveré con el tiempo para ver el amor que en Chihuahua me espera. Agradezco a quien, de forma pertinente, citó esta canción.


Ahí están; y estoy segura que cada vez que las escuché mi memoria evocará las charlas, los momentos, la gracia y el amor de Dios que mi corazón vivió en este viaje.


jueves, octubre 13, 2011

Pequeños avances en la reflexión

... o de cómo estoy pensando mi primer viaje a Chihuahua.

Estoy maravillada. No encuentro una mejor forma de describir lo que siento ahora. Después de terminada la visita a Ciudad Juárez, escribo un poco desde la ciudad de Chihuahua sobre mi tiempo allá, en un intento de no perder los hilos y las hebras que he encontrado.

En primer lugar: DIOS ESTÁ PRESENTE Y OBRANDO. Llegué cargando las opiniones, los dichos, los mitos, lo que otros dicen y lo que he leído de Juárez, con la expectativa de encontrar algo diferente (lo mencioné en mi entrada anterior). Y así fue. Puede ser que muchas veces tiramos por la borda cualquier atisbo de esperanza, pero Él se ha encargado de dar una cara diferente de las cosas. Él se preocupa también por los estudiantes de esta ciudad, y también los llama a servirle en sus escuelas. (Me pregunto: ¿hemos sido injustos con algunas comunidades, grupos y/o personas, al juzgarles y ponerles algún tipo de etiqueta? ¿esto cómo afecta la obra estudiantil?).

En segundo lugar: ¡SOY UNA INCOMPETENTE! Así es, yo no soy apta para la obra acá. Reconozco mi fragilidad, mi debilidad, mi falta de entusiasmo, mi egoísmo, mi orgullo, mi ignorancia sobre el contexto. Diría el buen Sócrates "sólo sé que no sé nada", lo que significa que tengo que ser más humilde y dejarme moldear; implica esfuerzo y trabajo, sudor y sangre. Y en ello se siente más la GRACIA de Jesús, su misericordia, su fidelidad al considerarme para este viaje. Es maravilloso poder mirar (¡sólo eso, mirar!) cómo está preparando la tierra.

En tercer lugar: ¡SÍ QUIERO SER PARTE DE ESTO! En la entrada anterior explicaba que el viaje también era para probar. No creo que ya esté cubierto cada detalle, pero sí sé que hoy salí de Juárez deseando no irme, sino quedarme más tiempo. Y al responder las preguntas que me hacía Ale, caí en la cuenta de que en verdad quiero ser parte de esto que Dios está haciendo en este lugar. Decir esto tiene consecuencias: es decir que estoy dispuesta a dejar mi ciudad y mi gente para servir en otro lugar; aceptar el desafío de trabajar en un contexto que no termino de conocer y aceptar la respectiva "dosis" de sufrimiento (en el más amplio sentido de la palabra). 

Todavía nos falta la ciudad de Chihuahua y una visita express a Delicias. Todavía me falta procesar muchas otras cosas... Todavía me falta seguir fascinándome por la Obra que Dios ya ha trabajado acá.

Espero que logre escribir más y compartir todo lo que estoy pensando y sintiendo...

domingo, octubre 09, 2011

La Gracia cumple sueños

Estoy muy emocionada: después de dos años de orar (desde el 2009) y ocho meses de soñar (desde febrero del corriente), el Señor me concede el privilegio de visitar una parte del agreste norte de mi país: Chihuahua. Por alguna razón Él me regaló amigos de Juárez y Chihuahua, y permitió que algo en mi corazón fuera sembrado: un deseo por involucrarme y apoyar la obra estudiantil allá.

Faltan como 12 horas para pisar esa tierra, y la verdad no logro imaginar cómo será: los sonidos, los olores, las vistas, las sensaciones. Los estudiantes, las charlas, la Universidad, las personas. Las calles, los edificios, las banquetas. El cielo, las nubes, el sol. Quiero estar ahí, porque ya no quiero quedarme con lo que me cuentan y con lo que leo.

Desconozco cómo reaccionaré, cómo asimilaré la experiencia. Esta es una prueba ("a ver si es cierto") y eso me tiene muy expectante. No sé si aceptaré o rechazaré, si me animaré o preferiré aventar la toalla. ¡No sé nada!

Y esto está sucediendo en un punto particular en mi vida: mi ingreso como asesora/obrera de medio tiempo en mi ciudad, el cierre de ciclos en la Universidad, el re-descubrimiento de mis fallas y de mi pecado; la reflexión previa a cumplir 24, con sus preguntas, compromisos y replanteamientos de la vida.

No es fortuito. Hace un tiempo dejé de creer en las casualidades. Pienso en cómo Dios ha colocado y acomodado cada situación para que yo dirija mi mirada a Él, a mi Señor, mi Proveedor, mi Roca. Una semana previa tuve que ser sacudida para detenerme un poco y reflexionar en torno a mi pecado, que está ahí, sigue ahí. Luchar para entender en mi corazón (no sólo en mi mente) que Él me conoce perfectamente y sabe de cada peca y lunar nuevo que me sale en mi piel; y a pesar de eso, Él me ha considerado digna de confianza y me llama a servirle. 

¡Sublime gracia! Esa es la única, la ÚNICA razón por la que mañana volaré a Chihuahua. Por fin, después de buscarla tanto en periódicos, postales, revistas y libros. Por fin, después de soñar un poco...

P.D. Comparto una canción que, de una u otra forma, expresa lo que ahora experimento. Claro, no llegaré en tren ni es enero, pero algo dice, je!

lunes, octubre 03, 2011

Sólo reposar en Ti...

Padre:

Esta semana sólo quiero descansar en tu perfecta voluntad, en tu sabia soberanía.
Sólo quiero estar tranquila y confiada en lo que Tú tienes para mi vida, es decir, en el ministerio en el que me has puesto.
No quiero nada más que eso. Porque el único que puede tener control eres Tú. Nada de lo que yo haga, piense o sienta puede cambiar el rumbo de tu camino, ayúdame a conocerlo mejor y a someterme a él, como quien descansa plácidamente en el regazo de su madre.
Sé que nada se te escapará, pero mi impaciencia puede dominarme. Sé que todo estará puesto para tu gloria, pero mi ego puede inflarse. 
Padre, que me aferre tanto a Ti, que mis uñas y mis dientes queden prendidos de la Cruz; ¡fortalece mi amor por ti! Y fortalece mi fe ante el dolor y el desencanto.

Que mi obediencia a ti se mantenga en la misma dirección.

Amén.

Sueños...


Oh, my life is changing everyday,
Oh, mi vida está cambiando todos los días
in every possible way,
de todas las maneras posibles,
and oh, my dreams, it's never quite as it seems,
y oh, mis sueños, nunca son tal como parecen,
never quite as it seems.
nunca tal como parecen.

I know I felt like this before,
Sé que me he sentido así antes,
but now I’m feeling it even more,
pero ahora el sentimiento es aún más,
because it came from you
porque vino de ti
and Then I open up and see
y Entonces me abro y veo
the person fumbling here is me
la persona que indaga aquí soy yo
a different way to be.
una forma distinta de ser.

Ah, la da ah...
Ah, la da ah...
La...
La...

I want more, imposible to ignore,
Quiero más, imposible de ignorar,
imposible to ignore,
imposible de ignorar,
and they'll come true, impossible not to do,
y se harán realidad, imposible de no realizar
impossible not to do.
imposible de no realizar.

And now I tell you openly,
Y ahora te digo abiertamente,
you have my heart so don't hurt me,
tienes mi corazón así que no me lastimes,
you're what I couldn't find
tú eres lo que no pude encontrar,
a totally amazing mind,
una mente totalmente asombrosa
so understanding and so kind,
tan comprensiva y tan tierna,
you're everything to me.
eres todo para mi.

Oh, my life,
Oh, toda mi vida,
is changing every day,
está cambiando cada día,
in every possible way.
de todas las maneras posibles.

And oh, my dreams,
Y oh, mis sueños,
it's never quite as it seems,
nunca son tal como parecen,
'cause you're a dream to me,
porque tú eres un sueño para mi,
dream to me.
un sueño para mi.

Ah, da, da da da, da, la...
Ah, da, da da da, da, la...

viernes, septiembre 30, 2011

Descanso forzado

Hoy tuve que cancelar todos los compromisos: mi salud se ha visto afectada por el descuido alimenticio, los torrentes de emociones y las ansiedades. Y el detonador fue un café de Coyoacán, que provocó acidez y ardor en mi estómago. Por ello, tuve una muy mala noche sin poder dormir. Sospecho que ahora sí la gastritis está a la vuelta (sino es que ya se instaló).

Confieso y reconozco que no he sido muy prudente estos días, he permitido que la agenda corra sin tomar tiempos de descanso -sólo muy mínimos-, y tampoco he comido bien ni en casa. He pedido perdón, porque me creí mujer maravilla...

He tenido que hacer pausa "a fuerzas", quedarme quieta en casa y pensar seriamente mis motivaciones, dónde está mi centro. Creo que en algún momento me desubiqué, lo perdí de vista y he aquí las consecuencias.

Pero el Señor, en su misericordia, me recordó que puedo soñar... y dejar esos sueños en sus manos. No es necesario desgastarse en mí misma, Él lo hará.

Hoy es día de descanso, de reposo en el Señor... como siempre debería ser.

martes, septiembre 27, 2011

Temblor

... y es que tengo miedo de ser lastimada por tus palabras... 
Por eso tengo ganas de correr, de esconderme... 
porque tengo miedo que tus palabras me hieran.

¡A veces no sé qué esperar! 
Por eso, ahora mismo quisiera ser tan pequeña como un granito de arena,
para perderme en el infinito mar...

En días como estos...

... en que todo cambia, nada es seguro, hay incertidumbre y duda... recuerdo que soy vulnerable.

En tiempos así cuando no entiendo nada, cuando tengo miedo, cuando mi estómago refleja mis nervios y mi ansiedad... recuerdo que soy de carne y hueso.

En momentos así, cuando siento un enorme nudo en la garganta, cuando mi corazón están totalmente expuesto, cuando quiero huir para no ser lastimada... recuerdo que tengo sentimientos.

Y es así, Señor, como Tú me recuerdas lo frágil, lo débil, lo infiel, lo miedosa que soy.... lo necesitada que estoy de ti. 

Es así, Padre, que me recuerdas que soy una niña! Y que sigo deseando correr a tus brazos, buscando protección.

En días como estos, Jesús, es cuando más te pido perdón por mi pecado; cuando más te suplico misericordia; cuando más brilla tu Cruz, cuando más anhelo saborear tu gloria, porque es lo único que podría darme consuelo y paz.

En días así...

domingo, septiembre 25, 2011

Te exaltaré, mi Dios, mi Rey

Te exaltaré, mi Dios, mi Rey,
y bendeciré tu nombre
eternamente y para siempre;
cada día te bendeciré.

Y alabaré tu nombre, 
eternamente y para siempre.
¡Grande es Jehová, y digno de suprema alabanza!
Y su grandeza es inescrutable;
¡cada día te bendeciré!

Generación tras generación
celebrará tus obras,
y anunciará tus poderosos hechos;
cada día te bendeciré.


Este himno en realidad es el Salmo 145: 1-4; 
me gusta mucho.

jueves, septiembre 22, 2011

Se busca peregrino...


... O más bien, se espera la búsqueda de un peregrino.
Se busca esperar con paciencia algo que indique 
que comienza la búsqueda de un peregrino.
Y también se espera que aquel peregrino 
empiece su respectiva búsqueda...
Se espera que no sea perezoso para buscar, 
pero tampoco impaciente para esperar...
Vaya, se espera que ambas búsquedas y esperas 
sean en su debido tiempo.
Y como se espera que ambos sean peregrinos, 
la búsqueda misma tendrá que esperar...

En resumidas cuentas, se espera buscar 
y se busca esperar para encontrar a un peregrino.


miércoles, septiembre 21, 2011

Construyendo amistades

¿Les ha pasado que tienen poco ánimo y de la nada algo pasa que les regresa la "chispa", el "punch"? Puede ser una taza de buen café (como el que me tomé hace un par de horas) o el simple suceso de reunirse con un/a amigo/a a tomar una buena taza de café (como lo que me ocurrió hace un par de horas).

En estas primeras semanas como obrera/asesora de media jornada, he tenido que entender que levantar fondos es hacer amigos. No se trata del dinero o de las cuentas bancarias, consiste en crear relaciones de amistad y hermandad.

Sí, planteas una necesidad específica y le pones el signo de pesos, pero al final eso es lo que menos importa -no me mal interpreten: claro que necesito un salario, pero no debe ser mi centro. Lo que realmente importa es la persona con la que estás construyendo una relación interpersonal.

¿Saben? Mirar de esa forma me ha ayudado a "quitarme la pena" y ser transparente con mis nuevos amigos que colaboran conmigo en la Obra estudiantil. Quiero conocerlos, escucharlos, acompañarlos y si Dios lo permite, ayudarlos. Cada uno de ellos ha sido colocado en el camino para seguir cumpliendo su propósito, para enseñarme y moldearme.

Y eso lo pude constatar hoy: en estos días he estado muy inquieta, como león enjaulado, aclarando muchas cosas, preguntando otras, mirando mi humanidad tal cual es, pero reconociendo su gracia que actúa a pesar mío... como hoy, que puedo terminar el día agradeciendo por una nueva amiga, con la que puedo compartir la misión y la visión (¡me sorprendió la claridad que tiene respecto al trabajo del Compa!).

Si hasta hoy el Señor ha sido fiel y no me ha hecho falta nada, ¿por qué afanarme? Creo que el encargo que tengo es diferente: construir redes que le honren y glorifiquen, involucrar a otros en la hermosa misión estudiantil, dar testimonio de la unidad en el Espíritu.

¡Qué bendición es la oportunidad de hacer nuevos amigos!


lunes, septiembre 19, 2011

¿Puedes verlo?


Hasta cierto punto, estoy estupefacta. O si prefieres, sorprendida.
Me llevaste a rendir mis sueños a los pies de la Cruz; me llevaste a "resignarme" y esperar lo suficiente, lo necesario.
Y yo misma me hice una idea, aquella que señalaba que el tiempo sería largo, o que incluso no me tocaría llegar.
En eso estaba yo, casi renunciando a cualquier posibilidad. Y me devolviste mi sueño en forma de oración.
Creo que será un tiempo de poner a prueba ese sueño.
La verdad, tengo algo de miedo. Y no es la realidad en sí misma, Señor; tengo miedo de mí, de mi pobre capacidad de entender tus propósitos; tengo miedo de traicionarte.
Puede ser absurdo, pero la siguiente pregunta la sigo respirando en el aire: ¿de verdad eres tú, o fue el agua de alfalfa que me tomé aquel día de febrero?



miércoles, septiembre 14, 2011

Algo sobre el tiempo en Guate...

Doy gracias al que me fortaleció, a Cristo Jesús nuestro Señor,
porque me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio.
1 Timoteo 1:12

Con este texto se abrieron los devocionales del ENO. Fue una semana de intenso aprendizaje y de convivencia en comunidad con otros jóvenes que, como yo, empiezan el camino de la "obrería".

Después de luchar con la idea de un viaje inesperado, y no sin un poco de reclamo en mi corazón por romper mi agenda personal, el Señor tuvo misericordia de mí y desde el primer día me indicó la razón por la cual me llevaba a tierras centroamericanas: GRACIA. No importaba mi dichosa agenda, Él quería que escuchara todo lo que se dijo. Y ahora sólo puedo decir que terminé profundamente agradecida.

Las temáticas abordadas durante las conferencias matutinas giraron entorno al llamado, vida y labor del obrero; la formación de comunidades de discípulos y la evangelización e iniciativa estudiantil. Por las tardes teníamos un taller relacionado con lo revisado en la mañana, y se tenía un espacio más abierto a preguntas e inquietudes.

La verdad, amigos, es difícil resumir todo lo que escribí en mi libreta. Pero el texto que me ayuda mucho es el que cité arriba: Pablo escribiendo a Timoteo, reconociendo el llamado de Jesús a servirle. Dicho llamado tiene como fuente la gracia de Dios, no el historial del apóstol; por gracia el Señor considera digno de confianza al que antes fuera perseguidor de la iglesia, y lo coloca como mensajero suyo a los gentiles.

Cuando meditaba en este texto, pensaba en mi propia historia de vida. Y pude apreciar mucho mejor la maravillosa gracia del Señor, y valorar más este trabajo que desempeño. En general, cada uno de los que estuvimos ahí, nos sorprendimos por la Obra del Señor al tomar nuestras vidas para el servicio del Evangelio en las Universidades.

La enseñanza en esa semana también me ayudó a comprender mejor mi rol como obrera estudiantil. Uno de los expositores, Rodolfo Rodas, dijo lo siguiente: "La estrategia para alcanzar estudiantes es ser estudiante". Recordé el lema de nuestro ministerio "Estudiantes alcanzando a estudiantes"; en realidad, los obreros no alcanzamos a los estudiantes, más bien nos toca
equipar a los estudiantes que han decidido seguir a Jesús, para que compartan de Él a otros estudiantes y hagan discípulos.

Entonces, como obrera me corresponde formar, discipular y animar la conformación de comunidades de discípulos. Pero eso representa un proceso: "Somos hijos y propiedad de Jesús desde que le reconocemos; pero ser sus discípulos lleva tiempo, porque es un proceso de formación". Estas palabras de Marina Medina (secretaria del movimiento en Panamá) me desafiaron en tanto que el discipulado no sólo es dar teoría: el ejemplo es fundamental. Aquí salió una pregunta dura: ¿Qué tipo de ejemplo estaré dando a los estudiantes?

Muchas veces no logramos mirar la magnitud de la Obra estudiantil. La evangelización y el discipulado que buscamos llevar a cabo entre los jóvenes no es sólo para el tiempo que pasan en la universidad: ¡es para toda la vida! Así como la Universidad los forma para la vida profesional, el ministerio los forma para llevar una vida de servicio conforme al Reino de Dios.

Además de la parte "académica" del evento, los tiempos en grupos pequeños y las charlas informales también dejaron su enseñanza y desafío. Tengo muy presente las similitudes en los contextos nacionales de cada uno de los siete países representados: corrupción, violencia, desesperanza. Pero también el entusiasmo y el deseo de servir a Dios, de llevar el mensaje de Jesús a la universidad, la esperanza.

Para cerrar, me gustaría compartir otro texto utilizado en los devocionales: 

Que guardes el mandamiento sin mácula ni reprensión, 
hasta la aparición de Nuestro Señor Jesucristo.
1 Timoteo 6:14

Al preguntarme qué significaba "hasta la aparición de Jesús", caí en la cuenta de que el llamado que nos ha hecho el Señor a servirle es para toda la vida, hasta el fin del mundo... en respuesta a su promesa expresada en Mateo 28:20: "... estaré con vosotros hasta el fin del mundo".

Foto oficial del I ENO, Guatemala 2011.
 

martes, agosto 23, 2011

Escuchando sobre la profesión

Esta semana estaré asistiendo a un Foro llamado "La intervención profesional del trabajo social en la sociedad contemporánea". 

La verdad, desde que estaba en la carrera era muy renuente a participar en estos eventos académicos -mi prejuicio acerca de las élites en la academia y la investigación estuvo presente desde los primeros semestres. Pero las personas cambiamos de opinión una vez que descubrimos que lo que pensamos no siempre es del todo cierto, y creo que escuchar a otros amigos de profesiones diferentes que participaban en estos ejercicios, me ayudó a pensar seriamente mi postura y actitud.

En fin, por ahora quisiera escribir algunas cuantas ideas -un poco sueltas- propias, ajenas y revueltas sobre el primer día del foro. El tema de hoy fue: ¿es la intervención objeto de la disciplina? Y participaron ponentes de Chile, Costa Rica, Argentina, México y España.

- Hay que pensar reflexiva y solidariamente
- "Somos una profesión del habla"... ¡no escribimos!
- Al ser profesionales de la acción, utilizamos un lenguaje práctico.
- Debemos retomar el lenguaje ético; es decir, aquello que se relaciona con la toma de decisiones prudente y justa.
- Eso de "prudente" significa considerar el contexto de la gente, recurrir a la narrativa de los pueblos (esto me fascinó)
- Buscar la explicación de lo social en la narrativa de los grupos sociales con los que trabajamos.
- La mayor parte del tiempo diagnosticamos la carencia
- La profesión también recrea las culturas y las tradiciones
- Los que hemos decidido (a conciencia) ser trabajadores sociales, en el fondo buscamos y anhelamos la justicia social y la solidaridad.
- Entonces, el TS tiene un proyecto de tipo político, lo que nos exige que tengamos una posición. No podemos ser neutrales. Tener acción política creativa, sin dejar la institucionalidad, pero generando rupturas.
- Nuestro objeto es "escurridizo", porque se redefine a través de la historia y del contexto en el que trabajamos.
- La discusión sobre qué es TS, cuál es su objeto y similares, viene desde los años 60's con el movimiento de reconceptualización.
- ¿Cómo le hacemos con eso de la "división positivista de las ciencias"?
- Nuestra intervención va relacionada con la resistencia y la transformación.
- "Soy libre, entonces construyo mi bienestar sin el otro", el discurso neoliberal.
- Al decir que intervenimos, también decimos que nos entrometemos e irrumpimos en la vida social de las personas (por eso no siempre nos aceptan tan fácilmente)
- Estamos ante un capitalismo cultural: "en tu compra va incluida tu redención por ser un simple consumidor" (por ejemplo, Starbuk's)
- "Buscar la naturaleza del hombre" ¿eso tiene que ver con la "búsqueda de la verdad" que plantea la ciencia?
- El TS es una profesión que está en constante movimiento (¿en verdad es necesario que tengamos conceptos perfectamente definidos?)
- El TS libera porque revela y muestra la realidad social (¡qué omnipotente suena eso!)

Y para tratar de combatir mis propios prejuicios sobre la "infertilidad" de encuentros como este: 

- ¿En qué se beneficia al sujeto con estas discusiones? En la medida en que se pueden convertir en práctica.

Fue el primer día... estoy ansiosa por escuchar las cátedras.

lunes, agosto 15, 2011

Curioso consejo...

Cuando tengas ganas de morirte
esconde la cabeza bajo la almohada
y cuenta cuatro mil borregos.
Quédate dos días sin comer
y verás qué hermosa es la vida:
carne, frijoles, pan.
Quédate sin mujer: verás.

Cuando tengas ganas de morirte
no alborotes tanto: muérete
y ya.

Jaime Sabines.

miércoles, agosto 03, 2011

Tras la tormenta, el arco iris

Letra y música: B. Deforest Ackley.
Trad. Ernesto Barocio.


Tras la tormenta, el arco iris,
y tras la oscuridad, la luz;
tras la amargura, la alegría
que a los creyentes da Jesús.

Alegre el canto el alma eleva,
pues tras el velo Cristo está;
sostiéneme la fe en su nombre,
y he de mirar su agusta faz.

Tras el invierno, primavera;
tras el combate rudo, paz;
tras triste valle, excelsa cumbre;
tras cautiverio, libertad.

Alegre el canto el alma eleva,
pues tras el velo Cristo está;
sostiéneme la fe en su nombre,
y he de mirar su agusta faz.

Tras cuanto vemos, Dios el Padre,
su amor que nunca faltará;
tras este mundo, el cielo donde
Jesús no ha de trasladar.

Alegre el canto el alma eleva,
pues tras el velo Cristo está;
sostiéneme la fe en su nombre,
y he de mirar su agusta faz.

martes, agosto 02, 2011

Smile

Después de un berrinche, me hizo bien encontrar esta canción...  :)
 



Smile though your heart is aching
Smile even though it's breaking
When there are clouds in the sky, you'll get by
If you smile through your fear and sorrow
Smile and maybe tomorrow
You'll see the sun come shining through for you

Light up your face with gladness
Hide every trace of sadness
Although a tear may be ever so near
That's the time you must keep on trying
Smile, what's the use of crying
You'll find that life is still worthwhile
If you just smile

Light up your face with gladness
Hide every trace of sadness
Although a tear may be ever so near
That's the time you must keep on trying
Smile, what's the use of crying
You'll find that life is still worthwhile
If you just smile

That's the time you must keep on trying
Smile, what's the use of crying
Youll find that life is still worthwhile
If you just smile

domingo, julio 17, 2011

Sin conocimiento, no hay amor

El amor a un objeto cualquiera que sea, es hijo de su conocimiento. El amor es tanto más ferviente cuanto más cierto es el conocimiento; pero la certidumbre nace del conocimiento integral de todas las partes que reunidas forman el todo que debe ser amado. Si no conoces a Dios, no podrás amarlo; si lo amas por el bien que de él esperas y no por su virtud soberana, imitas al perro que menea la cola y festeja con sus saltos a quien le va a dar un hueso; si el animal conociera la superioridad del hombre, lo amaría mejor.

Leonardo da Vici. Aforismos.

viernes, julio 15, 2011

Aprendiendo a orar

Jehová Dios de Israel, no hay Dios como tú, ni arriba en los cielos ni abajo en la tierra, que guardas el pacto y la misericordia a tus siervos, los que andan delante de ti con todo su corazón...
Cuando oren en este lugar, también tú lo oirás en el lugar de tu morada, en los cielos; escucha y perdona...
Esté con nosotros Jehová nuestro Dios, como estuvo con nuestros padres, y no nos desampare ni nos deje. Incline nuestro corazón hacia Él, para que andemos en todos sus caminos, y guardemos sus mandamientos y sus estatutos y sus decretos, los cuales mandó a nuestros padres.
1 Reyes 8:23,30,57,58

Desde el mes de marzo estoy siguiendo un plan de lectura de la Biblia, dividido por temas; ahora estoy en "Oraciones de la Biblia"; he seguido a Abraham, a Moisés y a David, observando con humildad sus oraciones, identificándome con ellos. Hoy tocó escuchar a Salomón, cuando dedica el templo.

Inicia con una declaración hermosa: no hay Dios como tú. Vaya, se trata del Creador único; pero lo más increíble es que puedas acercarte y relacionarte con él.

Más adelante, hay una frase que no hay que confundir con exigencia: tú oirás... escucha y perdona. Más que exigir, se expresa la certeza de la fidelidad del Señor, de que Él escucha las oraciones de su pueblo; confianza plena en la misericordia de Dios, quien perdona nuestras faltas cuando nos arrepentimos y regresamos a Él.

Por último, Salomón se dirige al pueblo de Israel: nuestro Dios esté con nosotros... incline nuestro corazón hacia él, para seguirle. ¡Dependencia! La única manera de mantenernos fieles al Señor, es dependiendo de Él. Por nuestra propia cuenta no logramos ser fieles y obedientes, nuestro corazón hulle a otras partes. Por eso nos sigue invitando a seguirle, un día a la vez.

Salomón oró a Dios confiando y apelando a su misericordia y fidelidad.

¿Cómo oramos regularmente: ordenando y exigiendo, o humillados y poniendo nuestra confianza en la gracia del Señor?

Escúchanos cuando oramos, Padre, porque dependemos de tu gracia y tu misericordia.

miércoles, julio 13, 2011

Mejor muda

Ahora que lo pienso
preferiría quedarme muda a sorda;
mejor callar que dejar de escuchar.

Aunque sería mejor
no esperar a quedarme muda
para escuchar.


martes, julio 05, 2011

Mi padre

Con mi papá y "Astro". (ca. 1990)

Tengo esa peculiar sensación en mi garganta, un "nudo". Hace unos minutos, metida en mis propios pensamientos, surgió el recuerdo de mi papá. No es fortuito, ayer la asistente de dirección de mi servicio social me platicaba sobre sus planes de estudiar la universidad abierta, "cómo me gustaría que viera esto mi papá, pero sé que ahora está con el Señor", me compartió. Fue difícil sonreír.

Mi papá falleció hace tres años, en enero. Fui la última que lo escuchó, fui la última persona con la que platicó; se despidió de mi. Aunque yo quería negarlo, en el fondo sabía que él se estaba muriendo, sus ojos lo decían. Y en esa última charla me dijo que él no creía en Cristo ni en la iglesia; él era seguidor del pensamiento druida. En ese tiempo yo dije que estaba bien, porque tampoco creía en Jesús. Ahora entiendo las consecuencias de esa decisión.

No es fácil enfrentar esta realidad, resulta un revoltijo de sentimientos y pensamientos. En días como este -que lo recuerdo mucho- mi corazón siente una gran carga. ¿Por qué nosotros sí, y él no? ¿Por qué yo sí y el no, Señor? No hay respuesta. Sólo el suave calor de la gracia, porque veo que yo no hice nada para merecer la salvación, ¡NADA! Por su gracia, su bendita gracia, es que puedo decirle "Padre".

No soy mejor persona que mi papá. Me encontraba en la misma situación de perdición antes de conocer a Jesús: viviendo alejada de la voluntad de Dios, tomando decisiones pensando que era dueña de mi vida y de mi cuerpo. No fui -no soy- mejor que papá. Tengo la misma necesidad que él tenía de Cristo; pero ahora yo tengo vida.

A veces no es sencillo escuchar que otros amigos cuentan que sus padres creyeron por su testimonio; o que sus padres sirven en la iglesia junto con ellos; o que oran y leen la Biblia juntos. Pero no me lo tomen a mal; doy infinitas gracias al Señor que tienen a sus padres y que siguen a Dios, porque sé que lo contrario duele.

También recuerdo las cualidades de papá: era muy trabajador, los fines de semana se sentaba en su escritorio con dos o tres computadoras prendidas, programando y navegando en internet; siempre que teníamos preguntas nos mandaba a leer y a investigar, y yo me quejaba, jeje, porque tenía que hacer un esfuerzo; pero por ello aprendí a indagar un poco por mi cuenta. Gracias a él me familiaricé con los libros y los libreros enormes, porque le gustaba mucho leer -y a veces compraba libros de más-. Le gustaba la música clásica: Mozart, Beethoven, Bach, Vivaldi... también la ochentera y la disco. Me quería mucho, muchísimo; decía que lo noble lo había sacado de él y creía que podría ser una gran mujer. Le gustaba mi preocupación por los demás, me animaba a seguir mis anhelos.

¡Cómo me gustaría decirle que soy misionera estudiantil! Decirle que creo firmemente en la esperanza de Jesús, que estoy convencida de que Él es el camino, la verdad y la vida... Me gustaría tanto platicarle de los estudiantes, de mis exámenes de teología, de lo que descubrí en mi devocional en la mañana; ¡cómo quisiera que estuviera aquí para hablarle de Jesús! Pero no es así, lo perdí.

¿Cómo es que sigo en el camino? De nuevo lo digo: por gracia. Me han dicho que no piense así, que no diga palabras tan severas respecto al destino de papá. Pero no soy yo quién las dice, es Dios. Él es claro en su Palabra. Punto. ¿Cómo es que puedo creer en esto? Gracia. ¿Duele? ¡Por supuesto que me duele! No soy indiferente ante el destino eterno de mi papá. ¿Cómo puedo seguir a Jesús a pesar de eso? Gracia.

No logro entender por qué fue así. La verdad es que jamás lo voy a entender. Sólo sé que esa noche -la más fría de mi vida-, en el hospital, oré por primera vez a Dios. Le dije: Sé que no estoy bien contigo, pero si es tu voluntad que mi papá viva, por favor, que no tenga secuelas y pueda trabajar; pero si es tu voluntad que él muera, llévatelo. No quiero que él, ni mi hermano ni yo sigamos sufriendo esto. Llévatelo, y yo no te reclamaré nada". Una hora después, el médico me llamó para decirme que papá iba a morir. Entendí que era la respuesta a mi oración. Supe que Dios estaba allí, y no reclamé nada.

Fue la muerte de papá la que me llevó a buscar a Dios, aunque después seguí mi vida "normal"; fue hasta diciembre que me convertí a Jesús. Estaba por cumplir un año de haber quedado huérfana de padre, ¡y el Padre me adoptó! Aunque papá no está, tengo un Padre, que no me dejó huérfana para siempre. "Estoy contigo todos los días, hasta el fin del mundo".

No sé que más escribir, je. No puedo prometer que me dejará de doler, que dejaré de llorar y que dejaré de sentir pesar; soy humana y perdí a mi papá. Pero tengo la certeza de que cada vez que vuelva a sentir esto, mi Padre estará allí para consolarme y para recordarme que no me ha dejado, que entiende mi dolor porque también es suyo. Sé que aunque toda mi vida sentiré la pérdida de papá, toda mi vida -y más allá de ella- mi Padre me recordará que soy su hija y que no estoy huérfana.

sábado, julio 02, 2011

¡Tenemos esperanza!


Tenemos esperanza.

Porque el entró en el mundo y en la historia
Porque quebró el silencio y la agonía
Porque llenó la tierra de su gloria
Porque fue luz en nuestra noche fría
Porque el nació en un pesebre oscuro
Porque el vivió sembrando amor y vida
Porque el quebró los corazones duros
Y levantó las almas abatidas

Por eso es que hoy tenemos esperanza
Por eso es que luchamos con porfía
Por eso es hoy miramos con confianza
El porvenir en esta tierra mía


Porque atacó a ambiciosos mercaderes
Y denunció maldad e hipocresía
Porque exaltó a los niños, las mujeres
Y rechazó a los que de orgullo ardían
Porque el cargó la cruz de nuestras penas
Y saboreó la hiel de nuestros males
Porque aceptó sufrir nuestra condena
Y así morir por todos los mortales

Porque una aurora vio su gran victoria
Sobre la muerte, el miedo, las mentiras
Ya nada puede detener su historia
Ni de su reino eterno la venida
Porque ilumina cada senda en gloria
Y las tinieblas derrotó con lumbre
Porque su luz es siempre nuestra historia
Y ha de llevar a todos a la cumbre.

martes, junio 28, 2011

Apuntes extraviados

Desde el miércoles pasado he estado trabajando en escombrar y sacar de mi cuarto lo que ya no me sirve. Empecé con los apuntes de la universidad, y encontré los que fueron mis últimos cuadernos. En uno de ellos había dos escritos, supongo que vieron la luz en octubre del año pasado; y para que no se vuelvan a extraviar, los capturo aquí.

El primero me dice que tuve un día de crisis: muchas preguntas que dan miedo.
Y el segundo -supongo que lo escribí tres semanas después- tiene un tono menos alarmante y más esperanzador.



¿Es normal este sentir?
Como si no perteneciera a este lugar. Miro, escucho, siento y veo, como su fuera ajena a lo que ocurre.
¿Acaso perdí esa identidad? ¿Alguna vez la tuve?
¿Me desprendrí de ella? ¿Me la quitaron?

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Siento un desespero al observar lo que me rodea.
Tantos que tal vez nunca han escuchado las buenas nuevas,
¿qué puede dar una pequeña célula?
Estoy por egresar, y me siento desconectada
de las nuevas generaciones.

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¿En qué momento dejé de sentirme trabajadora social?
¿En qué momento renuncié al acostumbrado orgullo gremial?
¿Por qué, en el fondo, no termino de sentirme parte?
¿Cuál es la razón por la que el discurso no me convence?
¿Me equivoqué de carrera?

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Haz las cosas como para Dios, no para los hombres.



Extranjera peregrina.


Estar en la central de autobuses observando a las personas con sus maletas, me recuerda que sólo estoy de paso.

Mi patria no está aquí, en ningún lugar de este mundo.
Mi ciudadanía la he obtenido -por gracia- para ejercerla en el nombre de mi Señor.

Mis pasos están dirigidos hacia esa nación.
Y sólo llevo una vieja mochila,
donde guardo mi mapa y brújula: Su Palabra.
mi par de sandalias para caminar antiguas sendas,
y abrir algunas pocas;
y la esperanza viva como luz y guía.

Soy extranjera peregrina.
Viajando y vagando por el mundo,
en dirección a mi hogar.

domingo, junio 26, 2011

La naranjita, mi libreta nueva

¡Libreta nueva!

Estoy feliz: tengo una libreta nueva. La otra, la color azul -con niños "yucas" en la portada- que me regalaron en mi cumple, ya está despidiéndose. Sólo le quedan 5 hojas útiles, pero dan la impresión de no ser suficientes para todo lo que me falta por escribir. Fue una fiel compañera, le tocó captar preguntas, quejas, desilusiones, dolores y lamentos; gratitudes, gozos, suspiros. Registró al momento reflexiones de un nacional, y fue testigo de los primeros pasos leyendo Proverbios. Ahora, le corresponderá un lugar especial en mi librero, junto a mi primer diario, el amarillo.

A la vez que me despido de la azul, recibo una nueva: la naranjita. Rescatada de mi descuidado olvido, fue la respuesta a la interrogante ¿dónde seguiré escribiendo con Dios?. La compré el año pasado, en un evento sobre cooperativismo; lo hice sólo por satisfacer un impulso deseoso de colaborar con la "economía solidaria". Pocos días después, empecé a darle un pobre uso, para descubrir que no satisfacía por completo mis expectativas: sus pastas eran demasiado blandas y frágiles. La boté por ahí.

Pero al reencontrarla y mirarla de nuevo, revaloré sus hojas blancas de papel áspero. ¿Las pastas? Algo se podría hacer para mejorarlas; y empecé el "cambio de imagen": le pegué cartulina para reforzar, quité las hojas usadas, pegué una hoja de color al inicio y al final, la forré con papel reciclado color naranja, pegué unos detallitos y le puse mi nombre; para finalizar, la cubrí con hule cristal. ¡Adquirió nueva vida!

Y estoy emocionada no sólo por su nuevo aspecto, ¡sino porque está en blanco! No sé por qué, pero ante una libreta nuevecita y sin usar me entusiasmo mucho: las hojas bien planchaditas y limpias invitan a tomar la pluma para escribir todo lo que tengo en la cabeza, lo que veo, lo que escucho, lo que siento, lo que huelo... ¡todo lo que se pueda! Y peor aún si no tienen algún tipo de rayado o cuadriculado, porque dan ganas de hacer dibujitos o adornar con algún margen.

En fin, creo que tengo un problema: ya no puedo parar de escribir y no puedo vivir sin una libreta que cumpla la función de diario. Pero ¿es un problema? Naaahh! Es una necesidad tremenda de registrar mi inconstancia, mis miedos y mi dependencia a Dios, para recordar su fidelidad, su respaldo y su cuidado.

Ya veremos que nuevas aventuras le tocarán a la naranjita.

martes, junio 21, 2011

¡Oh, miserable de mí!

Así que queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí... ¡Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte? Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro.
Romanos 7:21,24,25.
 
Hace diez días que leí el capítulo 7 de la carta a los Romanos, y sigue haciendo eco esa expresión de Pablo: ¡Miserable de mí!

Y resuenan más en los momentos de conflicto, en los que se pone de manifiesto mi orgullo, mi egoísmo: mi pecado. ¡Miserable de mí! Recuerdo mi necesidad de Cristo, de la Cruz, de su perdón y amor. Recuerdo que lo necesito en todas las áreas de mi vida.

¡Oh, miserable de mí! Sino fuera por Él, mi vida sería muerte. Más por Él, mi muerte es vida.

Ese clamor de Pablo, también es el mío. Así como la gratitud por Jesucristo, por quién tengo justificación y entrada al Padre.

Que no olvide lo miserable que soy, es mi oración, para reconocer mi necesidad de Jesús.

viernes, junio 17, 2011

Aprendiendo a aprender -o sobre el dolor y la necedad que me provoca el inglés.

Esta semana asistí a un curso de estrategias de vocabulario aplicado a la comprensión de lectura en inglés. La razón por la cual me inscribí a éste fue el examen de comprensión de lectura que tengo que acreditar para avanzar en mi proceso de titulación. Ciertamente, lo hice más por obligación que por gusto, porque desde hace muchos años tenía una barrera-bloqueo mental que me causaba un tipo de resistencia al idioma gringo.

Recuerdo que hace un par de años (como a mitad de la carrera), tomé un curso de gramática. Claro, el resultado fue por demás infructuoso, porque ante tantos ejercicios gramaticales y tareas que implicaban memorizar verbos ("to be or not to be") mi bloqueo no cedió, y me quedé igual que al principio: sin presentar el examen.

Pero esta vez quería hacer las cosas diferentes; si escribí mi nombre en la lista de inscripción, ya era por la necesidad inminente de sacar el papelito que dijera "sabe leer in inglish". En fin, el glorioso día de inicio llegó y yo estaba bien tempranito en mi salón (que, por cierto, fue mi salón en el último semestre de la licenciatura).

Ese mismo primer día la profesora hizo un comentario que me cambió la vida (ok, exagero, pero sí contribuyó a cambiar mi forma de ver las cosas): "En mi experiencia, he observado que muchos tienen la idea de que el inglés es muy difícil; les diré algo: ustedes hablan español, el cual es el idioma más rico pero también el más difícil. Piensen esto: mi lengua materna es el español, el cual domino; por lo tanto, aprender el inglés no representa un problema". ¡Nombre! Además de inflarme pensando en lo bello que es mi idioma, esa barrera mental empezó a ceder y decidí tomar una actitud más abierta a aprender.

De ahí pa'l real (diría mamá), todo fue más sencillo. Empecé a identificar más palabras que sí conozco, algunos verbos, frases; lo que me dio más confianza, porque no estoy en blanco. Pero no sólo aprendí de mi propio proceso, también de mis compañeras. Ellas, al igual que yo, tienen cierta resistencia al inglés; observé cómo al leer las primeras palabras de una línea y no conocerlas decían "no puedo, no entiendo". Una de ellas simplemente por no entender las instrucciones de la profesora dio carpetazo y desertó al tercer día, cuando lo importante no era nuestra curiosa instructora sino aprender estrategias y técnicas para comprender una lectura.

Sinceramente, me vi reflejada en mis colegas y comprendí que para aprender inglés hay que tener una actitud abierta, flexible, disposición a cambiar esquemas y estructuras viejas, así como a esforzarte. Si quieres aprender, tienes que estar dispuesto a hacerlo, porque no será por ósmosis. Y eso pasa en cualquier área de la vida: si quieres dominar un instrumento musical, tienes que hacer una y otra vez ejercicios que pueden parecer engorrosos y aburridos; implica esfuerzo, y eso a veces nos causa dolor y frustración; también necesitas disposición a cambiar tus ideas sobre cómo deben hacerse las cosas.

Esto también sucede con Dios y su palabra. Cuando le decimos que sí a Jesús, no sólo estamos siendo parte de la gracia y la salvación; estamos diciendo "sí, quiero aprender a seguirte". ¡Vaya cosa! Significa que día con día estarás abierto a esforzarte, ser flexible, cambiar tus esquemas, desarrollar ciertos hábitos y conductas que indiquen que le perteneces. Así, cada vez que hacemos un devocional, que nos acercamos a la Palabra, nuestra postura y actitud es de -o debería ser de- "¿qué quieres enseñarme hoy?", ser humildes y estar dispuestos a recibir lo que el Señor quiera decirnos. Y eso, a veces nos produce dolor.

Imagínate, llegas un día a abrir tu Biblia y lees las palabras de Jesús que dicen que al orar debes de perdonar a quien te ofendió... ¡y hace dos horas una persona te agredió de tal forma que tú ya no quieres verla ni en pintura! A ver, ¿qué haces? Piensas: "¡oh sí, Señor! Tienes razón", cierras el libro y te vas; o sintiendo algo incómodo en la panza, le das vuelta al asunto y al final dices: "Está bien! Esa persona me lastimó, y me cuesta trabajo perdonarla; ayúdame a comprender tu perdón en mí para que pueda perdonar a mis deudores". Son dos cosas diferentes; nuestra respuesta dirá mucho de nuestra verdadera fe.

El aprendizaje duele. El verdadero aprendizaje es doloroso, porque implica hacer a un lado toda nuestra configuración de ideas, valores y sueños. Pero vale la pena, porque nos ayuda a crecer, y en el caso concreto de la fe, nos lleva a conocer mejor a Dios, fortalecer nuestra relación con Él y llevar una vida de obediencia.

Esta lección me ha ayudado a evaluar mi acercamiento a Dios; agradezco mucho que Él ponga este tipo de experiencias en la vida, con ejemplos muy prácticos. Él es el mejor maestro.

jueves, junio 16, 2011

Recibir a Cristo

Algo pasó esta mañana, que varias piezas embonaron. Agradezco al Señor, porque Él actúa soberanamente, yo sólo debo tener fe.
Comparto lo que reflexioné y escribí en mi diario:


En realidad, la vida cristiana es recibir a Cristo; es un proceso constante. Nuestra conversión no es un suceso místico-misterioso automatizado, sino un proceso. Respondemos a la iniciativa de Dios, decimos "sí, te sigo" y comenzamos un caminar de fe, es decir, de respuesta obedeciéndole siempre a Él. Es la desición de dar la espalda -arrepentirnos- de nuestro pecado toda nuestra vida en la tierra.
Eso es recibir a Cristo, eso es convertirnos a Él, eso es arrepentimiento, eso es fe.

lunes, junio 13, 2011

Hoy terminé...

...de leer Los textos que cambiaron la historia. Y en la conclusión el autor incluye el siguiente párrafo, el cual llamó mi atención, porque "curiosamente" las contrapartes que presenta tienen que ver con algún texto de la Biblia o del protestantismo. Se los comparto:
Si el Manifiesto comunista, El origen de las especies, el Evangelio de Mateo, la Baghavad Gita, la Enciclopedia o las Lun-Yu dejaron y, en no pocos casos, siguen dejando marcada una poderosa impronta es porque pretenden desvelar el misterio humano, aunque las conclusiones a las que lleguen sean incompatibles e incluso opuestas. Así, frente al optimismo antropológico (y no exento de racismo) de la burguesía enciclopedista hallamos la visión realista del calvinismo, que observa con agudeza las terribles deficiencias de la condición humana; frente al azar de la evolución darwinista se contrapone la antropología de la Torah, interesada en subrayar que cada hombre y cada mujer fueron creados a imagen y semejanza de Dios; frente a la descripción marxista de la historia de la Humanidad como historia de la lucha de clases se despliega el sublime fresco del Apocalipsis, que percibe detrás de los avatares políticos y sociales la lucha entre Satanás y el Mesías; frente a la sucesión de reencarnaciones hindú o el culto a los antepasados confucionista se yergue la predicación de Dios encarnado para morir como expiación por los pecados del hombre y asegurarle vida eterna.
P.D. También les dejo la ficha: Vidal, César. Los textos que cambiaron la historia. Barcelona, Planeta, 2000.

viernes, junio 10, 2011

Gorrión


 Si me tomas en tus manos,
soy como pajarillo que aprende a volar.
Haces extender mis alas,
soplas la corriente que me guía.


domingo, junio 05, 2011

Libre de hacer el ridículo

Sí, soy libre de hacer el ridículo. Lo entendí durante la lunada con mis intermedios (digo "mis" como si en verdad fueran míos; en realidad, me los han encargado).

Para empezar la noche teníamos que hacer alguna actividad para integrarlos, o más bien, romper el hielo. Y entonces me acordé de ese juego de la masa de pizza que hicimos en el ENFOL: uno en el que hacemos que una masita de pizza imaginaria crezca, bailando y cantando: oooohhhh!... aleleee... alele titatonga... amasa amasa amasa... oa oea oea oa, uhhh!

Ya se imaginarán: yo, Ada, la que siempre dicen que guarda la compostura y la seriedad del momento, dirigiendo el juego... bailando a ritmo africano (o algo parecido), ¡en una lunada de adolescentes! Confieso que los primeros minutos estaba nerviosa: hacer eso significaba hacer el ridículo, que dejaran de verme "seria" (regularmente la gente piensa eso de mí); me atraveré a decir que mi reputación y el respeto que me deben estaban en juego.

Pero pasaron los primeros minutos... ¡y todos muy felices haciendo masa para pizza! Estábamos "haciendo el ridículo" juntos, cantando esas palabras sin sentido y bailando. Les gustó mucho, tanto que repetimos el juego tres veces, para desgracia de mi pobre garganta. Era interesante escuchar que algunos les compartían a los que llegaban tarde: "¿te acuerdas de tal juego? Pues tienes que conocer la versión de Ada, la baila con un estilo muy africano". Comprendí que algo pasó.

No sé qué tanto su percepción sobre mi persona ha cambiado, pero aprendí que puedo ser "yo". Siempre dije que me gusta estar con ellos porque me recuerdan a mi adolescencia... Tal vez tenga que vivir por segunda vez esa etapa, pero no sólo mirando desde la ventana.

¡Soy libre de hacer el ridículo porque Alguien me liberó! No tengo que ocultarles nada, al contrario, debo darme la oportunidad de que me conozcan... eso implica bajar la guardia, ser vulnerable, aunque eso signifique hacer el ridículo.

Investigaré más juegos, porque descubrí que así puedo conocerlos mejor. Por ejemplo, me acordé de ese jueguito del "asesino" y encontré cosas interesantes. Jugando es como puedo conocerles, acercarme, enseñarles.

No cierro esta entrada sin antes decir que hice el ridículo, y porque lo hice primero ellos aceptaron imitarme después y hacer el ridículo conmigo. Entonces, si quiero que sean sinceros conmigo, yo debo serlo; si quiero que confíen en mí, yo debo confiar en ellos.

Quizá no lo saben, pero esa lunada para mí fue más que una desvelada. Gracias a Dios por ello.