miércoles, marzo 28, 2012

Parafraseando el salmo 90


Tú eres mi refugio, lo has sido de generación en generación.

Y permaneces, desde la Eternidad has permanecido, y por la Eternidad permanecerás.

Nada te es ajeno, y nada ignoras, ni siquiera mis pecados más ocultos.

A ti no te puedo engañar y tampoco te puedo sorprender, porque Tú eres Dios.

No te sorprende mi pecado, pero tampoco te agrada; Tú eres justo y santo.

Pero también eres amoroso y por eso puedo suplicar misericordia...
¡Compadécete de mí, Señor!

Sea tu gracia sobre mí, porque es lo único que tengo y que me hace bien.

Confirma tu obra en mi vida, confirma tu llamado a mi corazón, confirma el trabajo de mis manos para que Tú seas glorificado.

Amén.

miércoles, marzo 21, 2012

Pienso en ellos... ¡hasta en mi clase de inglés!

Meses atrás empecé a tomar clases de inglés. Hoy mi profesora me pidió que escribiera algo acerca de cualquier cosa, y me dio diez minutos. Aquí les comparto lo que redacté:

I'm Ada and I work with christian students. I love them because they are dynamic, creative and kind.
When the students read and study the Bible, I'm very happy and my heart is beating like a drum, because they discover the truth of Jesus.
For example, today I visited one group in the IPN and we read Mark 2 and we learned about the forgiveness of sins.

¿Se nota que soy obrera estudiantil?

jueves, marzo 15, 2012

Luchando por depender

Debo escribirlo: estoy saliendo de un feo invierno espiritual. Desde mediados de diciembre y hasta hace unas tres semanas, viví un tiempo complejo que se caracterizó por la sensación de "distancia" con mi Padre. A veces, sin ganas de orar y leer la Biblia, totalmente apática. Algo así como un zombie: moviéndome por inercia.

Entiendo que estas cosas pasan en la vida crisiana, no todo es color de rosa, miel sobre hojuelas; no obstante, por instantes se asoma el rostro de la culpa: "¿cómo es que dices ser asesora y andas con estas cosas? Bah!". Intelectualmente podía responder "es por gracia", pero no siempre me convencía plenamente.

¿Cómo es que seguí? Creo que, por su misericordia, me envío varios salvavidas; por ejemplo, durante semana y media me dediqué a estudiar una materia del Moore College, y fue muy bueno, me animó lo suficiente para mantenerme caminando un tiempo. Otro flotador fue el inicio de mi proceso de titulación; así como el retiro de líderes a inicio del semestre y el viaje a Chihuahua. Ahí iba yo, "flotando". 

Si bien este invierno fue particularmente difícil -influyó el aniversario luctuoso de mi papá a principios de enero-, he observado que no es la primera vez que me pasa. La estación invernal afecta mi estado anímico: me pongo algo triste y melancólica, y duermo mucho. Parece que mi temperamento funciona mejor cuando hay sol, luz y un cielo despejado. Estoy considerando pensar seriamente un "plan de contingencia", para aminorar la situación y me afecte menos.

Pero aún todo esto me lleva a alabarle y agradecerle humildemente, porque apesar de mi mal humor "espiritual" Él se mantuvo ahí, cerca, atento, cuidando y sosteniendo. No significa que sea una niña mimada, más bien que ha tenido mucha paciencia y me lleva a comprender aún mejor mi propia necesidad de Él, de su amor y su perdón.

Una vez que empecé a salir de esto, ya estaba más dispuesta a ser desafiada y confrontada por Él. La pregunta de esta semana fue: Ada, ¿eres confiable? No, ¡por supuesto que no lo soy! Y menos con mi corto caminar en la fe; entonces, ¿qué hacer? Depender. Y no sólo yo debo depender, también me corresponde llevar a los estudiantes a depender de Cristo, no de mí; a obedecerlo a Él, no a mí; a seguirlo a Él, no a mí.

Después de todo Él me sostuvo durante mi invierno, me cubrió con su gracia, no despegó los ojos de mi camino, no permitió que me enfriara demasiado... ¿por qué no confiaría en Él ahora que se acerca la primavera?

sábado, marzo 10, 2012

¡Envidia de la buena!


Yo envidio el viento.
Lila Downs.

Yo envidio el viento,
que susurra en tu oído,
que llama en invierno,
congela tus dedos,
que se mueve en tu cabello,
que parte tus labios
que congela hasta tus huesos.
Yo envidio el viento.

Yo envidio la lluvia,
que cae en tu cara,
que mojas tus pestañas, 
humedece tu piel,
que toca tu lengua, 
tu camisa remoja,
gotea en tu espalda.
Yo envidio la lluvia.

Yo envidio el sol,
que ilumina tu verano,
que calienta tu cuerpo, 
que mantiene tu calor,
tu día hace fuerte,
te da calor,
te hace sudar.
Yo envidio el sol.

Yo envidio el sol,
yo envidio el viento,
yo envidio la lluvia,
yo envidio el sol. 


viernes, marzo 09, 2012

Salmo 107, y una invitación a compartir

Dad gracias al SEÑOR, porque El es bueno;
         porque para siempre es su misericordia.
   
    Díganlo los redimidos del SEÑOR,
         a quienes ha redimido de la mano del adversario,
   
    y los ha reunido de las tierras,
         del oriente y del occidente,
         del norte y del sur.
   
    Vagaron por el desierto, por lugar desolado,
         no hallaron camino a ciudad habitada;
   
    hambrientos y sedientos,
         su alma desfallecía en ellos.
   
    Entonces en su angustia clamaron al SEÑOR,
         y El los libró de sus aflicciones;
   
    y los guió por camino recto,
         para que fueran a una ciudad habitada.
   
    Den gracias al SEÑOR por su misericordia
         y por sus maravillas para con los hijos de los hombres.
   
    Porque El ha saciado al alma sedienta,
         y ha llenado de bienes al alma hambrienta.
   
    Moradores de tinieblas y de sombra de muerte,
         prisioneros en miseria y en cadenas,
   
    porque fueron rebeldes a las palabras de Dios
         y despreciaron el consejo del Altísimo;
   
    humilló pues, sus corazones con trabajos,
         tropezaron y no hubo quien los socorriera.
   
    Entonces en su angustia clamaron al SEÑOR
         y El los salvó de sus aflicciones;
   
    los sacó de las tinieblas y de la sombra de muerte
         y rompió sus ataduras.
   
    Den gracias al SEÑOR por su misericordia
         y por sus maravillas para con los hijos de los hombres.
   
    Porque El rompió las puertas de bronce
         e hizo pedazos las barras de hierro.
   
    Por causa de sus caminos rebeldes,
         y por causa de sus iniquidades, los insensatos fueron afligidos.
   
    Su alma aborreció todo alimento,
         y se acercaron hasta las puertas de la muerte.
   
    Entonces en su angustia clamaron al SEÑOR
         y El los salvó de sus aflicciones.
   
    El envió su palabra y los sanó
         y los libró de la muerte.
   
    Den gracias al SEÑOR por su misericordia
         y por sus maravillas para con los hijos de los hombres.
   
    Ofrezcan también sacrificios de acción de gracias
         y pregonen sus obras con cantos de júbilo.
   
    Los que descienden al mar en naves
         y hacen negocio sobre las grandes aguas,
   
    ellos han visto las obras del SEÑOR
         y sus maravillas en lo profundo.
   
    Pues El habló, y levantó un viento tempestuoso
         que encrespó las olas del mar.
   
    Subieron a los cielos, descendieron a las profundidades,
         sus almas se consumían por el mal.
   
    Temblaban y se tambaleaban como ebrios,
         y toda su pericia desapareció.
   
    Entonces en su angustia clamaron al SEÑOR
         y El los sacó de sus aflicciones.
   
    Cambió la tempestad en calma
         y las olas del mar callaron.
   
    Entonces se alegraron porque las olas se habían aquietado,
         y El los guió al puerto anhelado.
   
    Den gracias al SEÑOR por su misericordia
         y por sus maravillas para con los hijos de los hombres.
   
    Exáltenle también en la congregación del pueblo,
         y alábenle en la reunión de los ancianos.
   
    El convierte los ríos en desierto
         y los manantiales en secadales;
   
    la tierra fértil en salinas,
         por la maldad de los que moran en ella.
   
    Transforma el desierto en estanque de aguas,
         y la tierra seca en manantiales;
   
    en ella hace morar a los hambrientos,
         para que establezcan una ciudad donde vivir,
   
    y siembren campos, planten viñas,
         y recojan una cosecha abundante.
   
    Los bendice también y se multiplican mucho,
         y no disminuye su ganado.
   
    Cuando son disminuidos y abatidos
         por la opresión, la calamidad y la aflicción,
   
    vierte desprecio sobre los príncipes,
         y los hace vagar por un yermo sin camino.
   
    Pero al pobre levanta de la miseria y lo pone seguro en alto,
         y multiplica sus familias como un rebaño.
   
    Los rectos lo ven y se alegran,
         pero toda iniquidad cierra su boca.
   
    ¿Quién es sabio? Que preste atención a estas cosas,
         y considere las bondades del SEÑOR.

---------------------

Este salmo me ha acompañado desde hace casi un mes; lo compartió conmigo una amiga, quien me pidió que lo compartiera con alguien más. Así lo hice durante mi viaje a Chihuahua: lo compartí con una amiga de misión y con un grupo de estudiantes. Hoy lo volveré a compartir con jóvenes de prepa.

Me gusta mucho. Encuentro muchos temas en él, y hay un patrón interesante: hay una situación o escena específica de un grupo de personas, ellas claman y el Señor responde de acuerdo a la necesidad que está presente. Al inicio nos habla de quiénes son ese grupo de personas (los redimidos del Señor), quienes presentan el mismo patrón de conducta: rebeldía. ¡Pero Dios siempre les responde salvándolos! (Una estudiante del Tec de Chihuahua, al observar esto preguntó sorprendida: ¿qué Dios no se harta?... ella no es cristiana, y descubrió una cualidad de nuestro Padre).

La última parte, describe muy poéticamente la soberanía de Dios y su misericordia. Y el cierre es genial: una pregunta-desafío, ¿eres sabio? Entonces considera las bondades del Señor.

Cada vez que lo he compartido, también invito a la persona a que haga lo mismo con alguien más. Esto va más allá de picarle en el botón "compartir" del facebook, porque tendríamos que compartir tiempo y espacio, palabras, dudas, luchas y gratitudes. Vaya, compartir la Vida.

Si así hiciéramos cada vez que enseñamos algo -decir explícitamente "¡compártelo con alguien!" y en verdad hacerlo- tendríamos una cadena interesante. ¿Por qué no lo intentamos y hacemos de esto un buen hábito? ¡Compartamos la Vida!