lunes, septiembre 30, 2013

Señor, yo no te pido

Gaspar Garza y Garza

Señor: yo no te pido que me aísles de los quebrantos de la hora crítica; lo que te pido es que, con humildad, y sencillez de corazón, me permitas ir siempre asido de tu mano a través de este valle de sombras.

Yo no te pido que hagas disipar las densas sombras que cubren mi camino; lo que te pido es que, cual antorcha luminosa y sagrada, hagas arder mi corazón para así convertir el negror de mi senda en la claridad de la aurora.

Yo no te pido que el dolor huya de mí, que el padecer me abandone para siempre; lo que te pido es que con cada queja me envíes una esperanza, y con cada lágrima un reflejo de tu presencia eterna.

Yo no te pido que la frialdad de ánimo no visite mi morada; lo que te pido es que, con el fuego ardiente de tu altar, enciendas mi alma para que conserve su calor ante el más frío de los embates.

Yo no te pido que la sombría incertidumbre no circunde mi cámara; lo que te pido es que, aunque todos duden, yo en Tí crea.

Yo no te pido que mi vida esté exenta del cruel desprecio; lo que te pido es que todo lo que a mi alma hiera como todo lo que a mi alma eleve, me incline en todo tiempo a acercarme más a Tí.

Yo no te pido que el indigno deseo no agite el mar de mi calma; lo que te pido es que con esa fuerza que sólo Tú das, me permitas permanecer fiel sobre la roca inconmovible del temor a Tu nombre.

Yo no te pido "que me quites del mundo, sino que me guardes del mal".

Una oración-poesía que Él pone en mi camino, para animarme a orar con honestidad y transparencia. Una bella respuesta a mi clamor anterior. No me está sacando del hoyo, pero es suficiente para seguir luchando por confiar y creer.




No hay comentarios:

Publicar un comentario